Los lugares donde se esconden los ermitaños modernos

Muchos ciudadanos desean abandonarlo todo y desaparecer para siempre. El fotógrafo americano Alec Roth era una de esas personas. Fantaseaba con la idea cuando se le ocurrió averiguar cuánta gente ya lo había hecho. Así nace su proyecto Broken Manual, una serie de fotografías sobre estos nuevos ermitaños del siglo XXI. 

El fotógrafo, que quería saber qué les había impulsado a desaparecer, también quiso componer un manual para dar pistas de cómo culminar su fantasía. Así, Broken Manual son fotos testimonio de gente que se marchó a mitad del desierto, a una cueva o a una iglesia para recluirse del mundo. 

Roth es uno de los fotógrafos candidatos a formar parte de la Agencia Magnum y miembro de la nueva generación de fotógrafos americanos. Goza de un merecido reconocimiento y de una legión de fans por sus trabajos sobre la frustración de la sociedad americana. 

Dos jóvenes cineastas, Laure Flammarion y Arnaud Uyttenhove, enamorados de su trabajo, coincidieron con él al inicio de su aventura de fotografiar a los ermitaños modernos y le propusieron hacer un documental sobre esta experiencia. 

Roth trató de contarles que él mismo quería desaparecer y que no había cabida para más gente en el proyecto, menos con una cámara al hombro. La fortuna quiso que los dos jóvenes directores se reencontrasen de nuevo con el fotógrafo americano, casualmente, en mitad de Paris. 

El fotógrafo consideró este encuentro como una señal y así comenzó el documental. La búsqueda de estos eremitas modernos llevó a los tres jóvenes a recorrer más de 30.000 km en una pequeña caravana, por los territorios más inhóspitos de la América profunda. 

Este periplo, realizado en tres etapas a lo largo de los últimos dos años, les permitió conocer a personajes tan diversos como Garth. Es un ermitaño que hace ya 27 años se mudó a las montañas del desierto de Mojave, en el sur de California, donde vive feliz, en una cueva que considera un paraíso. Garth cuenta a cámara que le resulta más fácil encontrar agua en el desierto que sobrevivir en la ciudad. 

El documental también refleja otras historias, más duras, como la de Dustin un joven de 22 años con una esvástica tatuada en su brazo, que duerme en una cueva entre dos piedras, con un rifle como almohada. Su historia es una huída hacia adelante, un intento de escapar de una milicia, que en su tiempo fue su familia adoptiva, y que ahora le buscan como represalia.  

Roth quería investigar por qué querían desaparecer estas personas y tras dos años de charlas en mitad de la nada, concluye que en el documental Somewhere to disappear se muestran estilos de vida muy diversos y muchas historias felices, que no siempre los ermitaños huyen de un pasado terrible.  

Como ejemplo, está la historia de Steve Lafontaine, que decidió vivir completamente aislado en un bosque, pero, en cambio, tiene una cuenta en Facebook.Esta diversidad de historias y la espectacularidad de los sitios que recorrían hizo que Somewhere to disappear, terminase siendo un documental centrado en los sujetos fotografiados por Alec Roth, más que en el propio fotógrafo.  

Sus directores confían en poder visitar de nuevo a algunos ermitaños como Dustin y Garth, y compartir con ellos el filme, que ha ganado ya varios premios. 

En palabras del reconocido fotógrafo americano John Gossage, este trabajo cinematográfico es 'el mejor documental que he visto en mi vida sobre un fotógrafo'.