"Made in USA", una nueva lectura del arte moderno norteamericano

  • Madrid.- La Fundación Mapfre ofrece en "Made in USA" una nueva lectura del arte moderno norteamericano a través de 91 obras realizadas por 62 artistas, desde finales del siglo XIX hasta la posguerra, pertenecientes a los fondos de la Phillips Colección.

"Made in USA", una nueva lectura del arte moderno norteamericano
"Made in USA", una nueva lectura del arte moderno norteamericano

Madrid.- La Fundación Mapfre ofrece en "Made in USA" una nueva lectura del arte moderno norteamericano a través de 91 obras realizadas por 62 artistas, desde finales del siglo XIX hasta la posguerra, pertenecientes a los fondos de la Phillips Colección.

Homer, Ryder, Hopper, O'Keeffe, Tack, Davis, Pollock, Francis, Motherwell o Rothko forman parte de la lista de artistas, algunos reconocidos internacionalmente, otros de menor repercusión fuera de sus fronteras, con los que la exposición ofrece un nuevo punto de vista que contribuye a hacer entender el arte contemporáneo.

La visión que desde Europa se ha tenido del arte moderno norteamericano "es muy equivocada" en opinión de Pablo Jiménez Burillo, director del Instituto de Cultura de la Fundación Mapfre, para quien existe una manera de entenderlo más ajustada a la realidad, con el conocimiento de artistas sin los cuales la idea de lo que ocurrió "es parcial".

La "brillante" exposición, que abrirá sus puertas el próximo miércoles en la sala de exposiciones de Mapfre, "es muy particular", y no solo por recuperar el arte moderno norteamericano, "sino porque lo hemos hecho a través de una de las más prestigiosas colecciones americanas, que fue el primer museo de arte moderno norteamericano", recordó Jiménez Burillo.

Las obras exhibidas permiten apreciar cómo los norteamericanos han construido su historia del arte con diferentes artistas, algunos desconocidos, "pero que nos muestran una historia real que cambiará nuestra idea del arte del siglo XX".

Fundada en Washington poco después de la Primera Guerra Mundial, la Phillips Collection se considera el primer museo de arte moderno de América. Más conocida por sus fondos de arte moderno europeo, su colección de arte estadounidense forma una "reunión de espíritus independientes", la mayoría de los cuales vivían y exponían cuando sus obras se incorporaron a los fondos del museo.

Duncan Phillips (1886-1966) decía que su propósito era "revelar la riqueza del arte creado en nuestros Estados Unidos, estimular a nuestros artistas autóctonos y brindarles inspiración...mostrar que nuestros artistas americanos mantienen su paridad, su superioridad, si cabe, con sus contemporáneos extranjeros más conocidos".

Esta filosofía define una colección cuyos fondos no son enciclopédicos ni históricos, según la comisaria y conservadora de la Phillips Collection, Susan Behrends, quien comentó que Duncan Phillips fue uno de los pocos defensores de artistas capaces de hacer algo original y puramente americano.

"No le interesó hacer una colección exhaustiva, sino de artistas individuales que se situaban al margen de lo convencional. Artistas independientes que fueran fieles a si mismos, sin seguir las corrientes del momento. Defendió su museo como un lugar donde la unidad se iba a encontrar en la diversidad de voces", afirmó la comisaria.

Esta diversidad se aprecia en el recorrido de la exposición, estructurado en diez espacios y que comienza con obras románticas y realistas de artistas como Winslow Homer, Thomas Eakins o Albert Pinkham Ryder.

Especial importancia tiene el dedicado a impresionistas americanos como Theodore Robinson, John Henry Twachtman, Chiel Hassan o Ernest Lawson, al que siguen obras de realistas urbanos, entre ellos Robert Henri, John Sloan y George Luks.

Con artistas que en el cambio de siglo captaron el espíritu modernista en sus interpretaciones del campo y la ciudad edificó Duncan Phillips una colección en la que se encuentra, no sólo el realismo psicológico y romántico de Edward Hopper o Walt Kuhn, sino las interpretaciones de la naturaleza de creadores reunidos en torno al galerista Alfred Stieglitz, como Arthur Dove o Georgia O'Keeffe, de la que se muestran cuatro de las seis obras con las que cuenta la colección.

La memoria y la identidad, la herencia del cubismo o el expresionismo abstractos son otros de los ámbitos de la exposición, en la que la obra de Mark Rothko se exhibe en una íntima sala y que cuenta también con las importantes aportaciones de artistas como Stuart Davis, John Graham, John Kane, Jacob Lawrence, Yasuo Kuniyoshi o Robert Motherwell.

Paralelamente a esta muestra, "y completando la visión que hemos querido dar de Norteamérica", señaló Jiménez Burillo, se exhibe la muestra dedicada a John Gutmann, "fantástico y singular fotógrafo que ofrece una visión muy novedosa de Estados Unidos".

Alemán de nacimiento, Gutmann emigró en 1933 a Estados Unidos, en cuyas calles encontró el entusiasmo de un país en constante estado de cambio.

Mila Trenas

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