Manel continúa su introspección en lo cotidiano en su segundo álbum

Barcelona.- El cuarteto catalán Manel saca a la venta hoy su segundo disco, "10 milles per veure una bona armadura", en el que adapta su pop-folk costumbrista a un estilo más sinfónico, con letras introspectivas sobre la cotidianeidad de las relaciones humanas.

Manel es el nombre artístico del grupo formado por la voz de Guillem Gisbert, la guitarra de Roger Padilla, el bajo de Martí Maymó y la batería de Arnau Vallvé, un grupo de amigos barceloneses que en 2008 convirtieron los temas de su primer álbum, "Els millors professors europeus", en un fenómeno musical, con cerca de 36.000 copias vendidas.

Cocido a fuego lento en el estudio CanSons que posee el batería, la banda vuelve a apostar por un pop-folk costumbrista con nuevos arreglos instrumentales y una evolución en la lírica de los diez temas que componen el álbum, demostrando que uno de sus puntos fuertes es contar historias en las que lo cotidiano de la existencia humana es el protagonista.

Temas como la canción de apertura "Benvingut", "La bola de cristall" o "Flor Groga" son sólo una muestra de la intención del grupo en seguir relatando cuestiones que afectan a las personas, sin caer en lo tópico de los sentimientos personales.

Historias que tal y como ha reconocido a Efe su creador, Guillem Gisbert, han evolucionado en cuanto al contenido y la complejidad de lo que explican.

"Tengo la sensación que en el primer disco sí que era más digerible la primera escucha", reconoce su bajista Martí Maymó, quien descarta que este álbum haya nacido para sorprender a sus seguidores.

Consideran que después de los conciertos de su primer trabajo querían hacer un "punto y a parte" para poder dedicar más tiempo a la creación de nuevos temas.

"Ahora no trabajamos y en cierta manera nos lo hemos podido tomar con más calma", afirma su batería que, a pesar de los arreglos orquestales que acompañan alguna de las melodías como "Aniversari", no cree que el disco esté "más elaborado" a nivel de producción.

"Simplemente había unas canciones y en cada una de ellas hemos querido poner aquello que le iba bien", afirma Maymó enfatizando que, a diferencia del primer trabajo, las piezas son "más largas" debido al contenido de las historias que se quieren contar.

La adaptación de los nuevos temas a los conciertos se ha convertido también en un proceso de "destilación" en la que, bajo la visión de los compositores, será necesario realizar una "reinterpretación" del contenido del disco.

No creen, por eso, que la no inclusión en los directos de instrumentos de viento sea un impedimento para seguir ofreciendo una actuación potente ya que, como señala Maymó, "quizás el público también agradece escuchar algo diferente a lo que hay en el álbum".

La gira de actuaciones, que se iniciará el próximo 26 de marzo en Reus (Tarragona), hará que el cuarteto recorra buena parte de la geografía catalana, pasando también por ciudades como Madrid, Valencia o Mallorca.

Lejos de "autodefinirse" como un fenómeno musical, el cuarteto barcelonés niega que su música sea "la punta de la lanza" de lo que algunos "han escrito" como repunte de la música en catalán ya que, a su parecer, cada grupo bebe de diferentes estilos.