Manzanares celebra a lo grande sus diez años de alternativa en Alicante

  • El diestro José María Manzanares celebró hoy a lo grande sus diez años de alternativa en su tierra, Alicante, con un triunfo rotundo de tres orejas, y la correspondiente salida a hombros por la Puerta Grande.

Alicante (España), 22 jun.- El diestro José María Manzanares celebró hoy a lo grande sus diez años de alternativa en su tierra, Alicante, con un triunfo rotundo de tres orejas, y la correspondiente salida a hombros por la Puerta Grande.

FICHA DEL FESTEJO.- Dos toros para rejones, el primero de Carmen Lorenzo y el cuarto de San Pelayo, sin fondo y deslucidos; y cuatro en lidia ordinaria de Victoriano del Río, discretos de presentación y desiguales de juego, Los mejores, tercero y sexto; blando el segundo; y complicado por orientado el quinto.

El rejoneador Manuel Manzanares: rejón trasero y descabello (ovación tras leve petición); y rejón trasero y descabello (oreja).

Enrique Ponce: estocada desprendida (oreja); y pinchazo y bajonazo (silencio).

José María Manzanares: estocada corta fulminante (dos orejas); y media tendida y trasera en la suerte de recibir (oreja con petición de la segunda).

Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria del niño de 9 años fallecido la pasada noche por el estallido de un petardo durante el inicio de las fiestas de Hogueras de Alicante.

La plaza se llenó en tarde agradable.

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FELIZ Y TRIUNFAL EFEMÉRIDE

Manzanares hizo las delicias de sus paisanos ya desde su primero, toro de rebrincadas y vibrantes acometidas, al que hizo "romper" hacia adelante a base de temple y mucha seguridad, para acabar consiguiendo momentos de suma estética y suficiencia especialmente en el toreo a derechas, amén de los adornos y remates de series, de especial aroma.

El buen conjunto de su obra y la muerte fulminante del astado dieron paso a las dos orejas.

Redondeó Manzanares la tarde con el buen sexto, al que cuajó una faena impecable en cuanto a temple, empaque y ligazón. Un auténtico lío por los dos pitones hasta que el animal de "rajó" en las postrimerías de su labor. Faltó rotundidad con la espada, pero igualmente acabó cortando otro apéndice más.

El primero de Ponce tuvo nobleza pero escaso brío y ritmo en sus embestidas por sus limitadas fuerzas, con el que el valenciano, que brindó faena a toda la dinastía Manzanares, anduvo correcto y sobrado técnicamente, e incluso logrando pasajes elegantes y buenos en el epílogo sobre la diestra. Cortó una oreja.

Con el quinto, toro de menos opciones del envío por lo mucho que desarrollo, poco pudo hacer Ponce más que mostrar voluntad y tesón.

Abrió la tarde el rejoneador Manuel Manzanares, hermano pequeño del homenajeado, que rayó a buen nivel con su manso y apagado primero, con el que tuvo que exponer una barbaridad para llegarle y para acabar brillando dentro de un conjunto sobrio y clásico, que, sin embargo, no acabó de calentar.

El cuarto fue otro toro distraído, que acabaría parándose a las primera de cambio, y con el que Manuel Manzanares hizo otra vez el esfuerzo para justificarse sobradamente en todos los tercios ante un animal remiso y sin celo alguno. Esta vez la gente se metió más en la faena y cortó una oreja.

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