Manzanares, De Góngora y un gran ambiente en el festival benéfico en Sevilla

  • El diestro José María Manzanares y el novillero Lama de Góngora han sido hoy los triunfadores del festival celebrado en la plaza de toros de Sevilla a beneficio de Cruz Roja y el Banco de Alimentos, en el que, con muy buen ambiente en los tendidos, no hubo más triunfos por el fallo a espadas.

Sevilla, 12 oct.- El diestro José María Manzanares y el novillero Lama de Góngora han sido hoy los triunfadores del festival celebrado en la plaza de toros de Sevilla a beneficio de Cruz Roja y el Banco de Alimentos, en el que, con muy buen ambiente en los tendidos, no hubo más triunfos por el fallo a espadas.

FICHA DEL FESTEJO.- Novillos, por este orden, de El Vellosino, Garcigrande, Victoriano del Río, El Pilar, Núñez del Cuvillo, Juan Pedro Domecq y un sobrero de Domingo Hernández, de juego desigual.

José Antonio "Morante de la Puebla", ovación.

Julián López "El Juli", ovación.

Manuel Jesús "El Cid", ovación.

José María Manzanares, oreja.

Alejandro Talavante, ovación.

El novillero Lama de Góngora, ovación y oreja en el sobrero de regalo.

La plaza tuvo más de tres cuartos de entrada en tarde agradable.

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TOREO CARO Y SOLIDARIO

El primer éxito de este festejo es que hubo una muy buena entrada y excelente ambiente en los tendidos. De nuevo quedó demostrado que el mundo del toro es solidario y está siempre dispuesto a echar un capote a los que más lo necesitan.

Ese fue el mayor triunfo de la tarde, que en lo artístico tuvo a Manzanares y al novillero sevillano Lama de Góngora como triunfadores. Hubo otros toreros que merecieron el triunfo pero lo perdieron con la espada, pero lo importante es que todos aportaron su granito de arena en una causa más que justificada.

Morante, que finalmente abrió plaza quedando zanjada la polémica de que en el cartel aparecía el novillero por delante, dejó detalles de calidad con el capote y realizó una faena muy de su corte a un toro de El Vellosino muy justo de fuerza.

Morante supo cuidarlo con tacto y suavidad y se gustó toreando con naturalidad y sin forzar la embestida de su enemigo. Aprovechó muy bien a su oponente en una faena que tuvo fases de su gran calidad torera. De no haber pinchado podría haber abierto la cuenta de trofeos.

El Juli no vino al festival a pasearse. Dejó bien claro que su intención era triunfar al mostrarse muy superior en todo momento al toro de Garcigrande que lidió. Supo sacarle todo el partido por la derecha y expuso por el pitón izquierdo, por donde el toro era bastante más complicado.

Después buscó el terreno de cercanía y se la jugó y acabó de exprimir a su oponente en una labor de mucho mérito. Se le fue la mano al matar y la espada cayó muy baja, perdiendo ahí la oreja merecida. Mató a la segunda y fue ovacionado.

El Cid se lució con el capote en el recibo al tercero, toreando muy bien a la verónica. La faena la comenzó directamente al natural dando muletazos limpios a un toro rebrincado.

En la segunda serie corrió muy bien la mano y en el remate resbaló y cayó en la cara del toro sin que este hiciera por él. Dio otra serie buena al natural antes de cambiar de pitón. Por el lado derecho el toro no fue claro pero El Cid logró meterlo también en la muleta con gran mérito y cerró la faena con bonitos muletazos por bajo.

Manzanares comenzó su actuación con excelentes lances, lentos y de gran empaque, que remató con bonita media. Con la muleta sacó el toro de El Pilar a los medios y dio una primera serie de derechazos enorme. La segunda también fue buena, ligada y templada. Cambió a la zurda y el toro por ese lado tenía menos recorrido.

Cuando volvió a torear con la derecha, la faena subió de nuevo a pesar de que el toro ya estaba bastante agotado. Se empeñó en matarlo en la suerte de recibir y pinchó en un primer intento. A la segunda entró al volapié y logró una estocada pero el toro tardo en caer. A pesar de ello le concedieron una oreja.

Talavante se encargó de que picaran poco a su oponente. Al de Cuvillo le faltó emplearse de verdad en la muleta y Talavante estuvo por encima logrando buenos momentos con la derecha intentando poner lo que le faltaba a su enemigo.

Lama de Góngora vio como el sexto se quedaba muy parado después del primer puyazo. Después de dos primeras serie que calentaron el ambiente, el novillo empezó a desentenderse y fue a menos. El novillero se empleó para sacarle todo el partido posible en una labor de mérito y esfuerzo.

Ante la falta de colaboración de su enemigo y de acuerdo con los demás toreros, Lama de Góngora pidió el sobrero y lo recibió con tres largas cambiadas y variedad capotera. Brindó a todos los integrantes del cartel y supo dejar la muleta puesta para recoger muy bien la embestida del toro.

Pero cuando más nivel alcanzó la faena fue cuando se echó la muleta a la zurda para dar tres naturales muy buenos y rematar con un cambio precioso. Fue una labor llena de detalles de buen gusto que remató de pinchazo y estocada para cortar una oreja.

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