Manzanares y Talavante, con tres orejas, triunfan en Roquetas de Mar

  • Los diestros José María Manzanares y Alejandro Talavante cortaron tres orejas cada uno y salieron a hombros en el festejo que cerró hoy la feria de Roquetas de Mar (Almería), en el que Julián López "El Juli" pudo haberles acompañado en la Puerta Grande si no llega fallar con la espada.

Juan Rubio

Roquetas de Mar (Almería), 21 jul.- Los diestros José María Manzanares y Alejandro Talavante cortaron tres orejas cada uno y salieron a hombros en el festejo que cerró hoy la feria de Roquetas de Mar (Almería), en el que Julián López "El Juli" pudo haberles acompañado en la Puerta Grande si no llega fallar con la espada.

FICHA DEL FESTEJO.- Cinco toros de Núñez del Cuvillo, terciados, bajos de raza y justos de fuerzas. Corrida facilona en líneas generales, sobresaliendo tercero y cuarto, aplaudidos en el arrastre. El primero fue un sobrero de Juan Pedro Domecq, chico, desrazado y de poco juego.

Julián López "El Juli", oreja y gran ovación.

José María Manzanares, oreja y dos orejas.

Alejandro Talavante, dos orejas y oreja.

La plaza tuvo lleno de "no hay billetes" en tarde agradable.

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TRIUNFAL COROLARIO

"Juli" llevó a cabo una primera faena de tanto tesón como inteligencia. Muy firme y comprometido consiguió pases impensables ante un toro sin raza y sin voluntad de embestir. La estocada, entrando por derecho, fue definitiva para la consecución de la oreja.

En el cuarto cumplió el madrileño una actuación muy enfibrada, ora por la raza que puso él mismo, ora por la importancia que prestó también el toro, conjuntados ambos en una obra casi colosal. Pero esta vez la espada no entró hasta el quinto envite, y aunque hubo petición de oreja, sin embargo, faltaron pañuelos.

Manzanares cuajó una faena de mucha estética aunque de escaso ajuste a su primero, destacando más que nada en el toreo al natural. Después de media estocada y dos descabellos, la petición no fue mayoritaria, aunque en esta caso sí hubo oreja.

En la línea del anterior, la faena al quinto tuvo también atisbos muy artísticos, a pesa de que de nuevo faltaron estrechamientos entre toro y torero. Media estocada tendida al encuentro, y dos orejas.

Talavante firmó una primera faena de mucha enjundia, de empaque y valor. Toreó muy bien de capote en el saludo a la verónica y un quite por chicuelinas. Muleta en mano abrió faena por alto, muy quieto y ajustado, recreándose a continuación en lo fundamental, muy templado, ligado, limpio y profundo.

Una faena importante que tuvo además el buen corolario de la espada. Dos orejas de verdad.

Repitió Talavante suficiencia frente al último, toro que se defendió en ocasiones quedándose corto y echando la cara arriba por la falta de fuerzas en los cuartos traseros. Mató a la primera, y hubo oreja.

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