María Lavalle pasa por fado y tango a Brassens, un gigante de la indignación

  • Concha Barrigós.

Concha Barrigós.

Madrid, 15 oct.- El francés Georges Brassens ya advertía hace 60 años que a la gente no le gusta que uno siga un camino diferente del suyo, pero este gigante de la indignación es ahora un desconocido para los menores de 30 años, según María Lavalle, que ha decidido pasar por fado y tango su vigente y encendida poesía.

"Todo lo que dicen los indignados ahora ya lo escribía él en el 52. Son temas de absoluto rechazo a que el hombre explote al hombre; un canto a la tolerancia y a la libertad. Es un poeta muy vigente hoy en día, un gigante, pero coges a alguien 'menor', le preguntas por él y no sabe quién es", lamenta en declaraciones a Efe la cantante argentina, que presentará en Madrid el día 18 su disco.

Sin embargo, Brassens, según Lavalle, no se habría sumado a ningún movimiento, como tampoco participó del Mayo del 68, porque fue "anarquista de toda la vida" y más de cuatro personas juntas le parecían "una gilipollez".

"Sólo fue a una manifestación en su vida, y fue contra la pena de muerte, sobre la que escribió 'El gorila'. Para él no había soluciones colectivas. Pensaba que cada ser humano se debía mejorar a sí mismo y con eso todo mejoraría. Él ya se había comprometido con todas sus canciones", afirma.

"María Lavalle canta a Georges Brassens" nace de tres años de una investigación "tan exhaustiva" que cree que ahora sabe "más que nadie" sobre el autor de "La mauvaise reputation" (La mala reputación), que el 22 de octubre cumpliría 90 años.

Lavalle, que nació el mismo día que el homenajeado aunque prefiere no decir el año, ha descubierto "muchas cosas" sobre Brassens (1921-1981), entre otras que era "un gran conocedor" de la Biblia y que sentía "mucha admiración" por esos textos a pesar de ser agnóstico.

"El tema que más le preocupó siempre fue la muerte, la libertad, la solidaridad y la amistad", afirma.

Otro de sus "hallazgos" sobre el francés, "un hombre muy enfermo desde los 30 años con cólicos nefríticos que le hacían aullar de dolor", ha sido el contraste entre su "vida pública, privada y secreta".

"Fue generosísimo con los amigos y con los desconocidos, y les ayudó siempre pero sin hacer alarde de ello".

Lavalle, que vivió varios años en París, creció escuchando a Brassens y siempre ha cantado sus fados con el "referente moral" de lo que él había escrito.

"Es un tributo que le hago a la cultura francesa, que me amuebló la mente, como se dice en España, y que es una cultura maravillosa. Es en el París de los 50 cuando él nace a la música. Es un momento maravilloso de esplendor cultural que muestra que no todo es Nueva York".

La cantante argentina, que grabó en 1994 su primer disco, "Sabotaje", ha "certificado", además, que "habiendo más de 600 intérpretes de Brassens en el mundo, del rumano al ruso pasando por ritmos africanos o country, nadie del mundo del tango y el fado había hecho nada con él".

En este disco, que presenta hoy y mañana en el Corral de Comedias de Alcalá de Henares (Madrid) y el 18 en el Teatro Calderón de Madrid, se acompaña de tres tangueros, tres fadistas y un músico español, que no le conocían "y ahora le adoran".

"Les pedí unos arreglos con unos colores y sutilezas que de alguna manera te permita escuchar a Brassens pero con arreglos nuevos y modernos".

"Estoy satisfecha. He hecho mi versión, aunque haya escuchado a Moustaki, a Brel o a Nina Simone. He hecho lo que sentía y he querido acercarlo más. Además -bromea- me he puesto dos enormes fotos en casa rogándole que me ayude a no traicionarlo".

Mostrar comentarios