México acoge la primera exposición retrospectiva del escultor Ernesto Neto

  • Más de cien obras, entre esculturas, instalaciones, dibujos y fotografías, conforman la primera exposición retrospectiva del escultor contemporáneo de origen brasileño Ernesto Neto, presentada hoy en la capital mexicana.

México, 20 abr.- Más de cien obras, entre esculturas, instalaciones, dibujos y fotografías, conforman la primera exposición retrospectiva del escultor contemporáneo de origen brasileño Ernesto Neto, presentada hoy en la capital mexicana.

Bajo el título "La lengua de Ernesto. Obras 1987-2011", la muestra, que se inaugura mañana, presenta un conjunto de piezas de carácter "multisensorial", cuyo objetivo es transportar al visitante en un viaje "estimulante para todos los sentidos".

"Me interesa discutir el arte de la humanidad, el estado del equilibrio, los tránsitos, realizar una imagen que viene de Brasil, pero se dirige a un mundo donde lo que hay en común es más importante que lo diferente", expresó Neto (Río de Janeiro, 1964).

El título de la exposición, además del elemento biológico al que hace referencia, pretende sintetizar el objetivo de un trabajo de selección que "explica el lenguaje coherente transmitido por Neto a lo largo de su carrera", según explicó el curador Adriano Pedrosa.

Alejado de la escultura tradicional, el creador latinoamericano presenta en esta síntesis de su trayectoria obras elaboradas con materiales tan diversos como perdigones de plomo, esferas de poliestireno o finas membranas de diferentes tejidos.

"Quería expresar con la relación entre los materiales la expresividad de la vida, el drama de lo cotidiano. Este aspecto se fue desarrollando hasta lo que ahora se ve, pero la llegada fue totalmente por casualidad, como la mayoría de las cosas que acontecieron en mi vida", explicó en rueda de prensa.

Durante el recorrido por la exposición en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, el autor demostró que además de tocar las figuras, se puede interactuar con ellas, como es el caso de los "Humanoides", "una familia de seres casi amorfos", realizados en tul poliamida y esferas de poliestireno, que se pueden llevar "a cuestas".

"Soy escultor y el escultor antes o después quiere tocar para sentir, porque la forma más próxima de la sensibilidad es el tacto, por eso creo que las esculturas siempre fueron hechas para ser tocadas", comentó.

La noción del cuerpo también es explorada en una secuencia de fotografías en blanco y negro, donde Neto envuelve su rostro con hilos de nailon, deformándolo y desfigurándolo, de manera que cuando los hilos se cortan, se ven las marcas de la presión sobre la piel.

La muestra, que permanecerá abierta al público hasta el próximo 9 de mayo, está organizada por la Universidad Nacional Autónoma de México, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, el Gobierno del Distrito Federal y el Antiguo Colegio de San Ildefonso.

Además del tacto, en este trabajo el artista investiga los estímulos del olfato, presentes en la mayoría de las piezas mediante materiales impregnados con aroma de orégano y lavanda.

El creador también indaga en conceptos como la identidad: "Yo soy Ernesto y esa es mi identidad, pero existen numerosos Ernestos, puedo estar triste, feliz, enfadado. Para mí es más importante el estado que la identidad", afirmó.

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