Miguel Delibes, el cazador de la palabra sencilla

  • El escritor vallisoletano ha muerto este viernes a primera hora de la mañana a causa de un cáncer de colon.
Fallece Miguel Delibes a los 89 años
Fallece Miguel Delibes a los 89 años
lainformacion.com

A caballo entre la generación del 1936 y la de 1950 nace Miguel Delibes, un 17 de octubre de 1920 en Valladolid. Fue el tercero de ocho hermanos de una familia acomodada, hijo de un catedrático de derecho. Sin embargo, en alguna ocasión el escritor confesó que su infancia no fue la de un niño feliz.

"Mi padre ya tenía cincuenta y tantos años en 1920, una edad propia para morir y yo creo que esta idea de mi padre viejo me turbó un poco la infancia. No porque yo temiera mi muerte, si no porque temía la muerte suya, que mi padre me dejara solo", confesaba el escritor en una entrevista en TVE.

Estudió en el colegio de La Salle para después seguir los pasos de su padre cursando la carrera de Derecho y Comercio. De hecho, y por raro que pueda parecer, fue en esos libros en los que descubrió la literatura y de los que echó mano cuando comenzó a trabajar como caricaturista, en 1941, en El Norte de Castilla.

"En la vida había escrito más que dos docenas de cartas. Entonces tuve que soltar la pluma para redactar los sucesos, las necrológicas... lo que se hacía en un periódico de provincias. Pero al propio tiempo, y aunque parezca complicado de entender, el estudio del libro de don Joaquín Garrigues, Curso de Derecho Mercantil, me puso en contacto con la literatura", afirmaba el escritor en una entrevista con el Centro de las Letras Españolas.

Sus inicios como periodista

En 1946 se casa con Ángeles Castro, y animado en todo momento por ella, escribe su primera novela, La sombra del ciprés es alargada, con la cual ganará el premio Nadal e iniciará su trayecto profesional en este campo.

Poco a poco va ascendiendo puestos en El Norte de Castilla hasta llegar a ser director del periódico en 1958, caracterizándose por posicionarse siempre del lado de los más desfavorecidos, algo que no le facilitará su relación con la censura. De hecho, en 1963 Delibes se ve obligado a dimitir.

Hasta ese momento ha sido autor de libros ya consagrados como El camino (1950), Mi idolatrado hijo Sisí (1953), Diario de un cazador (1955), La hoja roja (1959) y Las ratas (1962).

Posteriormente, tras varios viajes por Europa e Iberoamérica y una estancia como profesor visitante en la Universidad de Maryland, publica varios títulos de viajes ambientados en los pueblos y pequeñas ciudades que ha visitado.

Ingreso en la RAE

Tras pasar esa etapa, tan celebrada por el público, Delibes se centra en aquellas obras cuya trama se enmarcan en la España de la primera mitad del siglo XX. Así, aparecen obras como Cinco horas con Mario (1966), Las guerras de nuestros antepasados (1975), El disputado voto del señor Cayo (1978) y Los santos inocentes (1981).

Delibes proclama su gusto por un antiquísimo deporte, la caza y no duda en señalar que "el hombre-cazador o el hombre-pescador, que tanto monta, sale al campo, no sólo a darse un baño de primitivismo, sino también a competir, a comprobar si sus reflejos, sus músculos y sus nervios están a punto, y para ello, nada como cotejarlos con los reflejos, los músculos y los nervios de animales tan difidentes y escurridizos como pueden serlo una trucha o una perdiz silvestres".

En 1973 es elegido miembro de la Real Academia Española, ocupando el sillón "e", vacante por la muerte de Julio Guillén. Ese mismo año, en diciembre, es seleccionado como miembro de la Hispanic Society of America y antes de terminar el año, publica El príncipe destronado, su undécima novela.

Sin embargo, el 22 de noviembre de 1974 se produce un duro golpe para Miguel, su mujer Ángeles Castro fallece a los 50 años, algo que marcará profundamente al escritor para el resto de su vida.

Años de reconocimientos

Sin paliar el dolor que le causa la desaparición de su esposa, ese año tanto público como crítica salen al encuentro del escritor. A partir de ese momento, comienzan a llovele los galardones y las ofertas para adaptar al cine sus novelas. Recibe el Príncipe de Asturias (1982), el Premio de las Letras Españolas (1991) y el Cervantes (1993).

No extraña, por todo ello, que su última gran obra El hereje (1998), sobrepasase las perspectivas de sus editores y llegase a conseguir el Premio Nacional de Literatura.

Él mismo declaró al recibir el premio, que ya con 79 años, "había colgado los trastos de escribir". Con la entrada del milenio, se creó la Cátedra Miguel Delibes, con sede en las universidades de Nueva York y Valladolid, y cuyo objetivo es el estudio de la literatura española contemporánea, darla a conocer en Estados Unidos y difundirla mediante las nuevas tecnologías.

Desde la publicación de El hereje la carrera literaria prácticamente se detiene, en gran parte debido al cáncer de colon que padecía y que finalmente se lo ha llevado para siempre.

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