"Miguel iba más rápido de lo aconsejable para su edad", según un catedrático

Orihuela (Alicante).- El catedrático de la Universidad de Alicante Ángel Luis Prieto de Paula ha afirmado hoy que el poeta Miguel Hernández "iba más rápido de lo aconsejable para su edad", ya que a sus 21 años "contaba con trabajos que le hacían estar a la altura de los más grandes poetas de la literatura española".

Prieto de Paula ha participado en la segunda jornada del III Congreso Internacional Miguel Hernández (1910-2010), organizado por distintas instituciones y universidades públicas de la provincia de Alicante, como la Diputación, la Fundación Cultural Miguel Hernández y los Ayuntamiento de Alicante, Elche y Orihuela.

A su juicio, Miguel Hernández publicó 'Perito en Lunas' con el fin de "seducir a los grandes poetas" de la Generación del 27 y "ganarse sus aplausos para codearse con ellos", han informado hoy fuentes de la Diputación Provincial de Alicante.

En este sentido, el profesor alicantino ha negado que el poeta oriolano quisiera homenajear a Góngora con la citada publicación, tal como han establecido algunos críticos literarios.

Bajo el título "¿Quiso Hernández ser Lorca?", el catedrático ha destacado en su ponencia que Miguel Hernández no tenía un claro proyecto literario en los inicios de su carrera, sino una "obsesión por salir de la aldea, de Orihuela, y así dejar de ser un poeta de cabras".

Para Prieto de Paula, Miguel Hernández fue "un poeta que siempre quiso ir hacia atrás para poder así pertenecer a la Generación del 27 y ocupar un puesto en este colectivo de poetas que ha marcado una huella profunda en la historia de la Literatura, con Federico García Lorca, Rafael Alberti, Jorge Guillén o Pablo Neruda".

Con la publicación de su primer libro, el poeta de Orihuela conoció a Federico García Lorca e incluso en esa primera cita le recitó algunos versos que fueron elogiados por éste.

Sin embargo, "fue a partir de ese instante -ha añadido- cuando la enemistad entre ambos literatos comenzó a incrementarse, "ya que es cuando Miguel Hernández comienza a despegar, y eso pudo provocar algunos celos en Lorca".

No obstante, el profesor alicantino ha querido rebajar la enemistad entre los dos, puesto que ambos "se contemplaban como grandes poetas, que además siempre estaban en boca de todos los grandes de la época y eran muy parecidos".