Miguel Ortega: "Con el flamenco se nace y es difícil quitártelo de lo alto"

Madrid.- El cantaor sevillano Miguel Ortega se encuentra "a tope de moral" tras ganar la "Lámpara Minera" del Festival Internacional del Cante de las Minas de la Unión, que espera que sirva de resorte para que su nombre suene en solitario y no a la sombra de otros en el universo flamenco, que es su vida.

"Desde pequeño he luchado por el flamenco y es mi forma de vida. Con ello se nace y es difícil quitártelo de lo alto y gracias a Dios tengo el gran honor de comer de lo que verdaderamente me gusta", explica en una entrevista telefónica con Efe.

Ortega intenta evitar valorar el porqué el jurado del festival le concedió anoche "uno de los premios más importantes a nivel internacional", aunque reconoce que se sintió "muy a gusto" durante su intervención e intentó disfrutar, algo que considera esencial para conectar con la gente.

"No he hecho muchos concursos porque el arte es muy difícil de medir y los señores del jurado lo tienen muy complicado. Esto no es como una carrera en la que el que llega primero a la meta es el que gana. Aquí cada uno tiene una forma de sentir, una forma de expresarse y hay unos señores que tienen que valorar cuáles son las personas que más les llegan", sostiene.

La "Lámpara Minera" llega a su vida a los 35 años, 24 años después de participar en su primer festival. En su dilatada carrera ha cantado para figuras de la talla de Vicente Amigo, Javier Barón o Fernando Romero. Ahora desea que llegue el momento de Miguel Ortega.

"Espero que podamos conseguir con esto (el premio) que la gente empiece a escuchar a Miguel Ortega en solitario. Mi disco 'Una mirada atrás' salió hace tres meses al mercado y esperemos que esta Lámpara le dé un poquito de inyección", indica.

Anoche, al recoger el máximo galardón del Festival Internacional del Cante de las Minas de la Unión, el cantaor sevillano lloró. Y es que él sabe lo "difícil" que resulta prosperar en el flamenco, que para curtirse un "nombrecito" hay que "sufrir mucho" y pasar mucho tiempo fuera de casa.

La emoción aflora también porque se acuerda de su familia, que siempre apostó por él, y de un compañero fallecido para quien manda al cielo un "cachito" de la Lámpara Minera.

Se congratula Ortega de que el flamenco se encuentre en un "estado de gracia" en el que llena los teatros de todo el mundo, pero exige a "los poderosos" que apuesten más por el arte.

Al cantaor sevillano le gusta meterse "en todos lados" e interpretar distintos palos del flamenco. Eso sí, con respeto e intentando hacerlo lo mejor posible, siendo consciente de que "todo no se puede hacer bien".

"Para cualquier parte del arte se requiere de un momento de inspiración, de un momento de magia y lo mismo me puedo sentir en un momento de magia cantando por soleás que por bulerías", explica.

Anoche alcanzó su momento de gracia y no sólo consiguió la Lámpara Minera, sino que también se alzó con el primer premio por por cartageneras y el galardón por siguiriyas, tonás, livianas y serranas.