Música y baile alejan a jóvenes de la violencia en zonas marginadas de México

  • Clases de guitarra, jarana y flamenco han logrado que decenas de niños y jóvenes se alejen de las drogas y la deserción escolar en las zonas marginadas y con altos índices de violencia de la Ciudad de México.

Edna Alcántara

México, 9 jul.- Clases de guitarra, jarana y flamenco han logrado que decenas de niños y jóvenes se alejen de las drogas y la deserción escolar en las zonas marginadas y con altos índices de violencia de la Ciudad de México.

El programa "Jóvenes orquesta" ha "rescatado en los últimos tres años a más de 200 personas del consumo y venta de drogas, pandillerismo y violencia intrafamiliar", dijo a Efe el director del proyecto, Juan Carlos Calzada.

Explicó que el programa surgió en 2008 por iniciativa propia ante la necesidad de dar alternativas a jóvenes y niños en barrios considerados de alta marginalidad para contribuir a la reestructuración del tejido social.

Actualmente más de 80 niños y jóvenes asisten a talleres en parques y jardines de barrios como Cuautepec, en el norte de la capital mexicana, por lo menos tres veces a la semana.

Entre los casos más destacados, están ocho jóvenes de la orquesta que regresaron a sus clases de bachillerato y cuatro que superaron su adicción a las drogas, apuntó.

También está el caso de Iván, "un adolescente que lleva tres años con nosotros y que antes de aprender música gastaba su tiempo en maquinitas y en fiestas donde consumía alcohol, además de que mostraba mala relación con niños y adultos".

"La música le ha ayudado a superar estos problemas". Este programa le ha enseñado "valores como el trabajo, la constancia y la responsabilidad", comentó Calzada.

Los "Jóvenes orquesta" ahora cuentan con un fideicomiso de 120.000 pesos anuales (unos 10.300 dólares) otorgado por el Gobierno del Distrito Federal, que permitió la compra de instrumentos musicales y la creación de un taller de laudería.

En este taller, donde se fabrican instrumentos de cuerda como las jaras, guitarras y arpas, participan los jóvenes, pero también cada vez se suman más familiares y, "lo que en un principio era una distracción, ahora se ha convertido en un oficio", indicó Calzada.

"Muchos lo están haciendo para venderlos y llevar dinero a su casa", añadió.

Los pequeños y jóvenes también asisten a clases de danza popular de México, América Latina y el Caribe, algunos de ellos con la ilusión de formar parte, en el futuro, del equipo de profesores del proyecto.

"Yo quiero algún día ayudar a otros niños y jóvenes que viven en otros lugares y países como maestro y enseñarles muchas cosas para evitar que vivan en medio de la violencia y la droga", dijo a Efe Victor Flores, un pequeño de 12 años que ingresó recientemente a los talleres.

Según Calzada, a partir de la segunda quincena de julio los "Jóvenes orquesta" celebrarán un festival de música y baile en el que participarán niños y jóvenes artistas de Venezuela, Cuba y España.

Este festival internacional, el segundo que realizan, estará apadrinado este año por el cantaor español Diego "El Cigala" y el venezolano Óscar de León, y durante cuatro días se realizarán talleres de canto y baile para unos 60 grupos.

El objetivo "es compartir experiencias y fusionar un poco la música y cultura entre estos", los grupos mexicanos tocarán y bailarán sones veracruzanos, mientras los españoles mostrarán su música flamenca, detalló Calzada.

Además, durante el festival, la ONG española Tomando Conciencia grabará un documental sobre "Jóvenes orquesta".

"Esta fundación pretende mostrar al mundo cómo la música sí puede lograr la recomposición y cohesión social", explicó el profesor.

Sin embargo, "después de veinte años de descomposición en este tipo de colonias, un proyecto como el que realizamos no sólo sirve para tres o cinco años, es una tarea ardua y constante", añadió.

El proyecto, que ahora cuenta con otros seis profesores en su mayoría exalumnos de "Jóvenes orquesta", se extendió a otros barrios capitalinos como Del Bosque, Nueva Atzacoalco y San Felipe de Jesús.

Además, las autoridades tienen la intención de llevar el proyecto a las zonas periféricas de las delegaciones Iztapalapa, Coyoacán y Tlalpan, donde buscarán integrar a más músicos.

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