Nadie está interesado en resolver el problema catalán, dice Eduardo Mendoza

  • Nadie "está interesado" en resolver el problema catalán porque "los conflictos aportan ventajas a los que mandan", consideró el escritor Eduardo Mendoza, en el diario El País, afirmando que votó contra la independencia catalana porque piensa "que no sería una cosa buena".

"Sencillamente, voté en contra porque considero que la independencia no sería una cosa buena para los catalanes", afirmó Mendoza, en una columna publicada este miércoles.

"En parte, por razones económicas, pero sobre todo porque temo que la independencia tal como están las cosas, daría lugar a un Estado o algo similar con malformaciones de origen", añadió el autor de "Riña de gatos".

El literato asegura que en el llamado "proceso, como la novela inacabada de Kafka" en Cataluña "ha habido un ruidoso diálogo de sordos".

"Fuera de Cataluña ni siquiera eso. Ruido, mucho, actitudes, muchas, iniciativa política, ninguna", añadió Mendoza, en una columna que reproduce su intervención en un festival literario el domingo pasado.

El autor pone en duda la supuesta desigualdad en el trato económico esgrimida por los independentistas, así como la "supuesta recuperación de la libertad", que considera "una falacia jurídica, puesto que Cataluña goza de las máximas libertades constitucionales".

"No hay una razón de peso que justifique una ruptura que no aporta ventajas reales, que lleva aparejados grandes riesgos y graves secuelas que, sin duda, engendrará innumerables situaciones personales dolorosas", añadió.

No obstante, reconoce que entre Cataluña y España hay un "conflicto igualmente innegable" que nadie está interesado en resolver porque "los conflictos aportan grandes ventajas a los que mandan, sean quienes sean, a uno y otro lado de la cuestión".

"Al poder, sea cual sea el partido que lo ostente, le interesa que los conflictos se perpetúen, porque si se resolvieran, se tendría que poner a trabajar en serio", dice Mendoza, recordando que el conflicto y el enemigo exterior permite desviar la atención de los problemas internos.

"El meollo del conflicto es el conflicto", insiste Mendoza.

Al final de su columna, el autor recuerda que sus palabras se pronunciaron antes de la votación del domingo que ganó la formación independentista Junts pel Si, sin embargo, asegura que sigue "en el mismo estado de incertidumbre" que antes de la votación y que "la novela de Kafka sigue sin encontrar quien la termine".

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