Natalia Mateo, de actriz-musa a directora

  • David Planeel y Daniel Sánchez Arévalo la convirtieron en su musa y ahora ha ganado el Premio a la Cortometrista Ejemplar que concede el colectivo Cortos con Ñ. La intérprete repasa los aspectos más representativos de una de las carreras más peculiares del panorama nacional. Con Natalia Mateo, cerramos nuestra serie de entrevistas Mujeres, Jóvenes y del Cine.
Natalia Mateo
Natalia Mateo
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Julio Vallejo / Aviondepapel.tv

Es una intérprete imprescindible en el panorama del cortometraje en nuestro país. Su nombre está vinculado como actriz-musa a los primeros trabajos de David Planell y Daniel Sánchez Arévalo, dos grandes directores del cine español actual.

Por otra parte, en compañía de la también intérprete Marta Aledo, Natalia Mateo ha formado una de las parejas artísticas más creativas e interesantes del panorama nacional. Juntas rodaron el premiadísimo 'Test', un corto que nos contaba las reacciones de un grupo de mujeres ante una prueba de embarazo.

Ahora, ya sin Aledo, Mateo nos sorprende con su primer corto en solitario, 'Qué divertido', la emotiva historia de un padre y un hijo que visitan el pueblo en el que el progenitor pasó sus primeros años de vida. El filme, que ha conseguido el premio 'Amanece que no es corto', no será un hecho aislado en la carrera de la actriz, que ya prepara otros cuantos proyectos como realizadora.

P: ¿De dónde te viene tu devoción por el corto?

R: Yo soy una justiciera nata en mi vida. El cortometraje me apasiona por su formato, la personalidad del director y lo que sucede en el set. Me apasionan las historias que se pueden contar en un cortometraje y que no se pueden hacer en un largo. Yo voy haciendo tele, teatro y largos, pero siempre que tengo algo que contar sólo lo puedo hacer en forma de corto. Como justiciera, pienso que el cortometraje tiene un valor muchísimo más alto que el que se le da. De alguna forma, tengo que intentar, en la medida en que esté en mi mano, profesionalizarlo.

P: Has trabajado con el director Daniel Sánchez Arévalo en dos de sus más comentados cortos, "Exprés" y "Traumatología", y en el que fue su debut en el largometraje, "AzulOscuroCasiNegro", que es lo que ha permitido que vuestra relación de amistad haya dado tan buen fruto en lo profesional?

R: Yo venía de trabajar en teatro. Lo primero que hice en formato audiovisual fue "Carisma", un cortometraje con David Planell que estaba basado en un sketch que yo hacía en teatro. Después de terminarlo, David se lo mostró a su compañero guionista de "Hospital Central", que era Daniel Sánchez Arévalo. Al verlo, Arévalo comentó refiriéndose a mí: "Coño, tengo un guión en el cajón y no lo hago porque no tengo yonki. ¿Quién es esta chica?". Fue entonces cuando nos conocimos y hubo química entre ambos. Así nos hermanamos de manera muy rápida. Fue un flash para los dos. A día de hoy puedo decir que tengo un hermano que se llama Daniel Sánchez Arévalo. Hemos sido muy importantes cada uno en la carrera del otro. Si hemos podido trabajar juntos, lo hemos hecho. En el caso de no poder hacerlo, nos hemos consultado mucho siempre sobre los castings, rodajes… Lo que he aprendido en los cortos y, luego he aplicado en la vida, es que trabajar con amigos es lo más.

P: Otro de los directores importantes en tu carrera ha sido David Planell, con el que has trabajado en sus cortos y en su primer largo, "La vergüenza". ¿Cómo fue ese encuentro?

R: Nos conocimos trabajando en teatro. Marta Aledo y yo teníamos un espectáculo juntas, y le encargamos un par de sketches. De ahí, se atrevió a rodar "Carisma". Como éramos amigos de antes, fue muy fácil rodar. Lo bueno  que ocurría es que nos reíamos igual rodando que cuando planeábamos lo que íbamos hacer. De ahí surgieron el resto de proyectos: "Carisma", "Ponys"… De la misma manera, el paso al largo con "La vergüenza" lo dimos todos a la vez. En él estaba gente que había estado en sus cortos, como Marta Aledo, Esther Ortega y yo. Todo ha sido muy natural. Intuir que un guión es bueno no es fácil, pero tú ves uno de Planell y sabes que es brillante. Lo ves y quieres hacerlo. Me pasa tanto con Daniel como con David: son muy buenos directores, pero son aún mejores como guionistas. A mí lo que me encanta es el texto. Del cine me gusta, más que el aspecto visual, una buena dramaturgia.

P: Otro nombre importante en tu carrera es Marta Aledo, actriz con la que has coincidido en varias ocasiones.

R: Marta y yo llevamos trabajando diez o doce años, desde que hacíamos teatro. Producíamos y actuábamos juntas. De manera natural, cuando no nos han dado trabajo, nos lo hemos dado nosotras. Lo hemos hecho en teatro y, al pasarnos al audiovisual, hemos terminado por escribir, dirigir y producir juntas. El hecho de que yo escriba y ella dirija es cosa de talentos. Marta lleva viendo cine desde muy pequeña y viene de una familia del medio. Ella sabe mucho del aspecto visual y técnico. Por mi parte, yo llevo leyendo toda mi vida. No he visto tanto cine, pero he leído muchísimo.

P: ¿Cómo surgió la posibilidad de que ambas dirigierais "Test", vuestro primer corto como realizadoras?

R:La posibilidad de hacer "Test" surgió una noche que salimos con María Zamora, productora de Avalon. Entre copa y copa, nos dijo que quería trabajar con mujeres. Nosotras le comentamos que eso estaba muy bien y que teníamos un par de cosas pendientes. Le enseñamos el guión de "Test", le gustó y nos metimos en la dirección conjunta. Fue una experiencia maravillosa, porque nos queremos muchísimo y nos respetamos un montón. Lo siguiente que hicimos fue "Pichis", un corto que a Marta le apetecía dirigir y a mí no. Yo me limité a escribir un guión y a reservarme un personaje.

P: ¿Cómo ha sido lanzarte a dirigir en solitario "Qué divertido"?

R:Ha sido una cosa casi forzada. Yo hubiera trabajado otra vez junto a Marta Aledo, porque yo me agazapo detrás de ella y estoy muy a gusto. Me presenté al concurso de "Amanece que no es corto", que pretende ser un homenaje a la película de José Luis Cuerda. El premio consistía en rodar un corto con el guión que habías presentado. Lo que no sabía es que estaba obligada a dirigirlo yo. Eso lo supe después. Con mucho miedo, me lancé a dirigir. Después de rodarlo, yo y la otra finalista del concurso competimos por el premio al mejor corto, que terminé ganando yo. Ha sido todo muy natural. "De Amanece que no es poco", la película a la que tenía que hacer referencia, cogí el tempo raro que tiene el filme. También me apropié del paisaje. Me encantó rodar en pueblos manchegos tan escondidos.

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