A Nintendo se aplica perfectamente aquello de que 'todo lo que sube, tiene que bajar'. El fulgurante éxito de la compañía con Wii y DS, las máquinas que popularizasen controladores por movimiento y paneles táctiles en videojuegos, ha dado paso a una etapa de raquitismo comercial. La moda inherente a sus plataformas tendría mucho que ver, habiendo derivado en el desinterés de esas nuevas audiencias (madres, abuelos y hermanas), a las que atrajo en un principio.En lo que respecta al segundo trimestre del año fiscal 2012 (de julio a septiembre), Nintendo registró pérdidas por valor de 258 millones de dólares, cifra que supera por mucho las estimaciones más pesimistas. El dato preocupa especialmente al constatar los 30.9 billones de yenes que la compañía amasó durante el mismo periodo a un año vista.En lo que respecta a las previsiones para el término del presente año fiscal, Nintendo se ha visto obligada a rebajar sus beneficios de 35 billones a 1 billón de yenes, al igual que el número de juegos vendidos, que en el caso de Nintendo 3DS pasaría de 70 a 50 millones de unidades. La portátil, que ya sufriese un recorte en sus estimaciones a raíz de su reciente bajada de precio, seguiría ostentando 16 millones de máquinas para el 31 de marzo de 2012.Amén del batacazo de su portátil tridimensional, Nintendo se ha visto aquejada por la debilidad del yen, al registrar el 80% de sus ventas fuera de Japón. La llegada de Wii U, su próxima consola de sobremesa, tampoco mejoraría la situación, pues su lanzamiento está previsto fuera del ejercicio en curso.
José Carlos Castillo
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