Pabellón italiano en la Expo 2010 reabre en Shanghái para promocionar su país

Shanghái (China), 17 abr.- El pabellón de Italia en la Exposición Universal de Shanghái 2010, que fue la más grande de la historia, con más de 270 países y entidades participantes y 73 millones de visitantes, reabrirá a partir de este fin de semana en Shanghái, para convertirse en un punto de promoción del país.

Italia es uno de los pocos países, como España, Francia, Rusia y Arabia Saudí, que consiguió que sus pabellones en la Expo no se desmontaran y se queden en el país para diversos fines.

La nueva función del pabellón de España (uno de los más exitosos del evento, con 7 millones de visitantes) todavía no se ha anunciado oficialmente, mientras el de Arabia Saudí, que registró las mayores colas durante la Expo, sigue abierto como atracción turística, con su proyección envolvente de cine IMAX en su interior.

De la misma manera, el pabellón italiano, de 6.000 metros cuadrados, abrirá a partir del próximo sábado para convertirse en un embajador permanente de la marca Italia en la capital económica de China, ya que exhibirá allí la cultura, la cocina y los principales productos italianos, como hacía en la Expo.

A partir de ahora el pabellón, que recibió 7,3 millones de visitantes durante la Expo, se llamará Centro Italiano de Shanghái, y funcionará como un museo, con muestras permanentes y temporales, y como plataforma para facilitar el intercambio cultural y comercial entre China e Italia, señala hoy el diario oficial "Shanghai Daily".

Su nueva disposición interna está a cargo de la Triennal di Milano, que ha dispuesto artesanía, obras de arte, joyería y muestras de la cultura italiana en la primera planta del edificio, donde destacará como principal atractivo una réplica a escala del famoso "David" de Miguel Ángel, cuyo original está en Florencia.

Además se expondrán allí, en una sala de 900 metros cuadrados, algunos borradores originales de Leonardo da Vinci junto a los coches de carreras de la escudería italiana Ferrari, combinación que sorprende, pero que es perfectamente lógica según los hábitos museísticos en el país asiático.