Padilla, Juan Bautista y Castella, un cariñoso triunfalismo en Arles

  • Los diestros Juan José Padilla, Juan Bautista y Sebastián Castella se repartieron hoy once orejas de un noble encierro de Domingo Hernández y salieron a hombros con el mayoral. El tercer toro, el más completo, fue premiado con una vuelta al ruedo.

Arles (Francia), 6 abr.- Los diestros Juan José Padilla, Juan Bautista y Sebastián Castella se repartieron hoy once orejas de un noble encierro de Domingo Hernández y salieron a hombros con el mayoral. El tercer toro, el más completo, fue premiado con una vuelta al ruedo.

FICHA DEL FESTEJO.- Seis toros de Domingo Hernández, bonitos y un punto por debajo de la presentación habitual en esta plaza, nobles y muy del gusto de los toreros. El segundo fue el más bravo en el caballo, y el tercero el más completo, premiado con una vuelta.

Juan José Padilla: dos orejas y dos orejas

Juan Bautista: oreja y oreja

Sebastián Castella: dos orejas y dos orejas.

Primera de feria, dos tercios de entrada en tarde soleada y ambiente festivo.

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CARIÑOSO TRIUNFALISMO EN ARLES

Arles acogió a Juan José Padilla demostrándole un gran cariño y esto influyó sobre el resultado de la tarde, en cuanto a trofeos se refiere. Después de haberle dado las dos orejas del primero cuando lo justo hubiese sido una, el público y la presidencia siguieron con ese tónica generosa, lo cual explica las diez orejas que se cortaron en un ambiente festivo.

En tiempos de crisis, no nos vamos a quejar de que el público siga la fiesta con entusiasmo, aunque es de esperar que se tratará con la misma generosidad a los toreros que se enfrentaron con la de Miura el domingo, por ejemplo.

Tras el paseíllo, el público obligó a Padilla a saludar, y él a su vez invitó a sus compañeros. Noble y bondadoso, el que abrió feria le permitió estar agusto. Lo mejor de su actuación, un puñado de naturales y la fulminante estocada.

Otras dos paseó del cuarto, otro animal bondadoso que recibió con largas de rodilla, que se dejó torear y con el que el gaditano volvió a responder. El público, que lo vio tantas veces jugársela en esta plaza frente a corridas duras, le dio de nuevo muestras de su afecto.

El segundo se frenó en los capotes pero luego metió los riñones en dos buenas varas. Aunque perdió fuelle en el último tercio, Juan Bautista se aplicó con habilidad y se las ingenió para armar una faena en la que destacaron los compases por el pitón zurdo para cortar una oreja.

Con la tarde desatada en apoteosis, el arlesiano obtuvo dos del quinto, al que incluso pareó por aclamación popular después de recibirlo a la verónica con las dos rodillas en tierra. Midió luego inteligente los tiempos con este ejemplar con son pero flojito al que administró a la perfección y mató de una estocada de la que el toro salió rodado.

Bonito como sus hermanos, el tercero fue el más completo. Cumplió en varas y galopó en la muleta, aunque en seis ocasiones perdiera las manos. Castella aprovechó su buena condición en una faena típica de su corte, con muletazos de buena nota con la zurda y un final entre los pitones.

El público pidió las dos orejas y al toro se le dio la vuelta al ruedo, generosa también. El sexto salió blandeando pero se rehizo tras el peto hasta sacar genio y mal estilo. Castella se esforzó y acabó sometiéndolo, cortando otras dos orejas.

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