Passenger, el mito del cantante callejero que llega a la cima sin malearse

  • Arropado por un público cómplice y con un puñado de buenas canciones como único equipaje, Mike Rosenberg, conocido como Passenger, se ha esforzado hoy en demostrar que sigue siendo el mismo trovador que hasta hace poco cantaba en la calle, a pesar de que acaba de llegar a lo más alto de las listas de éxitos.

Rosa Díaz

Barcelona, 21 nov.- Arropado por un público cómplice y con un puñado de buenas canciones como único equipaje, Mike Rosenberg, conocido como Passenger, se ha esforzado hoy en demostrar que sigue siendo el mismo trovador que hasta hace poco cantaba en la calle, a pesar de que acaba de llegar a lo más alto de las listas de éxitos.

El autor de "Let her go", canción número uno en ventas en 16 países, ha aparecido esta noche en la Sala Razzmatazz de Barcelona solo con su guitarra.

Era la primera vez que actuaba en España y lo ha hecho en un escenario vacío, decorado con unas luces sencillas y bonitas, como sus canciones.

Durante hora y media, Rosenberg ha alternado los temas melancólicos con las melodías positivas y ha hecho gala de una voz potente y una gran capacidad de comunicación con el público.

Un público mayoritariamente muy joven que ha descubierto a Passenger en las emisoras de radiofórmula, aunque también se ha acercado a Razzmatazz un nutrido grupo de aficionados al folk de todas las edades, con sus inseparables camisas a cuadros.

Los jóvenes han demostrado que en las últimas semanas no se han limitado a escuchar mil veces el pegajoso estribillo de "Let her go", sino que han buceado en internet en busca del resto de sus canciones, ya que han coreado un alto porcentaje del repertorio.

Los temas mejor recibidos han sido los del últimos disco, "All the little lights", el álbum que Passenger lanzó el año pasado y que le ha catapultado al éxito.

"Life's for the living" y "The wrong direction" han sido algunos de los temas de este disco que Mike ha interpretado durante la primera parte del concierto, pero el británico no se ha limitado a este CD y ha incluido piezas de sus dos anteriores trabajos en solitario ("Divers & Submarines" y "Flight of the crow"), así como del elepé "Wide eyes blind love", que grabó en 2005, cuando Passenger era una banda.

Tras la segunda canción, Rosenberg ha hecho su primera alusión a su pasado de músico callejero y ha dicho que "antes de que todo se volviera loco", en referencia al éxito, él "cantaba en la calle y en salas sin micrófono ni altavoces".

El joven de 29 años ha dicho que le sigue gustando cantar en la calle, pero que "antes, en algunos de los bares en los que actuaba, la gente bebía y hablaba demasiado" y no le escuchaba, por lo que "es un placer" que el éxito le haya permitido "llenar salas" con un público como el de Barcelona, "dispuesto a escuchar las letras y las melodías".

Ciertamente el público ha estado muy atento, tanto cuando Michael ha hablado, que ha sido largo y tendido, como cuando ha interpretado los temas más tristes.

En las canciones alegres, los presentes han cantado y han seguido el ritmo con las palmas, seducidos por la sonrisa afable del cantautor y por su voz, que en ocasiones recordaba a Cat Stevens, Bob Dylan o Trace Chapman, pero siempre con su sello personal.

Tras versionar "The Sound of Silence" de Simon & Garfunkel, ha llegado lo que todos estaban esperando: "Let her go", la canción que le ha proporcionado el éxito comercial y que en la Sala Razzmatazz ha despertado tal entusiasmo que Passenger ha optado dejar cantar al público mientras él acompañaba con la guitarra.

"Esta canción la hice en 45 minutos -ha revelado- y cuando la acabé pensé que era bonita pero que, al fin y al cabo, era una canción más de las muchas que he dedicado a mi ex".

No obstante, Rosenberg se mostrado feliz de que haya gustado tanto, porque de lo contrarío no estaría ahora en Barcelona.

"Holes" ha sido la canción elegida para cerrar el primer concierto de Passenger en España, un recital que ha estado plagado de momentos mágicos y discursos 'hippies' y que ha dejado a los presentes con una sonrisa en la boca. Seguro que hoy duermen bien.

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