Paz Gago recuerda en "Guía de lugares inexistente" cuál es el final del viaje

  • Madrid.- Los viajes reales y los imaginarios, los que recorren parajes lejanos o aquellos que se adentran en nuestro interior, todos ellos son recogidos por José María Paz Gago en su último poemario, "Guía de lugares inexistentes", que profundiza en el tema clásico de la vida como un viaje hacia un final inevitable.

Paz Gago recuerda en "Guía de lugares inexistente" cuál es el final del viaje
Paz Gago recuerda en "Guía de lugares inexistente" cuál es el final del viaje

Madrid.- Los viajes reales y los imaginarios, los que recorren parajes lejanos o aquellos que se adentran en nuestro interior, todos ellos son recogidos por José María Paz Gago en su último poemario, "Guía de lugares inexistentes", que profundiza en el tema clásico de la vida como un viaje hacia un final inevitable.

Tras el éxito de su "Manual para enamorar princesas", "uno de esos raros libros de poesía que se venden", como dijo el editor a su autor, y que ha sido traducido a una decena de idiomas, Paz Gago publica ahora esta obra en la que, como explica a Efe, su "discurso poético ha madurado", con imágenes "más impactantes y originales".

El poeta y catedrático de Literatura Comparada, que se considera un viajero incansable, define así su libro: "Refleja mi periplo vital e imaginario por lugares y ciudades que me han marcado personalmente, de los que doy una visión subjetiva y diferente".

Este subjetivismo consigue que la instantánea de cada ciudad no sea una tópica visión de tarjeta postal, sino la imagen personalísima, a menudo surrealista u onírica, que ha quedado marcada en la retina o en el corazón de este trotamundos vocacional.

Siguiendo la rica tradición de poetas profesores que enriquecen la lírica española desde el grupo del 27 hasta hoy, Paz Gago llena sus poemas de referencias metaliterarias, y no busca en París el "espectro metálico" de la torre Eiffel, sino la ciudad "de los artistas/ que no existe/ ni existió jamás".

Y en sus calles rastrea las huellas de Victor Hugo, Balzac, Flaubert o Proust, igual que detecta el rastro de Borges o Cortázar cuando está en Buenos Aires, o el de García Márquez en Cartagena de Indias.

En esta última ciudad le hieren "delirantes efluvios / de frutas raras / y tropicales somníferos" y le excitan "bellísimas mujeres / de ondulados / cuerpos inéditos", lo que le hace exclamar, como un nuevo Stendhal: "Tanta belleza / me duele".

Bogotá, Miami, Nueva Orleans, México, Slanic, Chipre o la exótica Abidjan no impiden, con su lejanía, que también tenga su sitio en el libro la Galicia natal del autor, con recuerdo de las playas de su infancia y especial mención para Marineda, el nombre literario que Emilia Pardo Bazán dispensó a la ciudad de A Coruña.

El verso libre, siempre corto, a veces tan solo de dos sílabas, contribuye a dar un ritmo endiablado al poemario, que a toda velocidad nos lleva al final del viaje donde, en un poema con resonancias de Dámaso Alonso, "inmensas filas / de cadáveres / se afanan / por mostrar / su identidad / para ser admitidos / en la lista / de espera / de la muerte".

Pero no es elegíaco el tono del libro; en el poema anterior dos viajeros hacen el amor en un viaje intemporal en tren, porque como ha dicho Paz Gago a Efe, con su Guía desearía enseñar al lector "a vivir el amor con intensidad".

José María Paz Gago, catedrático de Literatura Comparada en la Universidad de A Coruña, es investigador principal del Grupo de Investigación LITECOM (Literatura y tecnologías de la comunicación) y secretario general de la International Associaton for Semiotic Studies.

"Guía de lugares inexistente" lo presentará hoy en la Casa de Galicia en Madrid arropado, entre otros, por los escritores César Antonio Molina, exministro de Cultura, Clara Sánchez, premio Nadal 2010, y Basilio Rodríguez Cañada, presidente del Pen Club de España.

Eduardo Ruiz-Ocaña

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