Las transacciones económicas entre las grandes fortunas son algo que se escapa de lo que podemos pensar el resto de los mortales, con cifras astronómicas que nos dejan totalmente asombrados. Como la del caso que nos ocupa, una operación de una envergadura tal que ha alcanzado récords. La protagonista es Petra Ecclestone, hija de Bernie Ecclestone, el que fuera patrón de la Fórmula 1 y uno de los hombres más ricos de Reino Unido.
A sus 30 años, la joven ha hecho una venta redonda en Los Ángeles, donde ha traspasado la casa más grande de la ciudad, con nada menos que 123 habitaciones y más de 17.000 metros cuadrados. Evidentemente, una vivienda así no se vende por poco, y en este caso, la heredera de Ecclestone ha logrado un récord al traspasar la casa por 95 millones de libras, es decir, 105 millones de euros, una de las mayores transacciones inmobiliarias de la ciudad.
Así, Petra ha conseguido una plusvalía de 27 millones de libras (30 millones de euros), pues ella compró la casa llamada 'The Manor' por 67,5 millones de libras (75,1 millones de euros). Y es que la joven se ha afanado por renovar buena parte de la vivienda desde que la adquiera, de ahí que haya subido tanto el precio.
Ahora, la hija de Ecclestone se muda a una casa mucho más 'modesta', aunque sigue siendo una mansión. Se trata de una vivienda por la que ha pagado 18 millones de libras (20 millones de euros) que está muy cerca de la anterior, en el barrio de Brentwood de Los Ángeles.
Esta operación se produce a pocas semanas de casarse de nuevo con Sam Palmer, tras el tortuoso divorcio de James Stunt, con el que luchó en los tribunales por una fortuna de 5.500 millones de libras (más de 6.100 millones de euros), que incluye propiedades valoradas en más de 100 millones. Tras la sentencia definitiva, se mudó a Los Ángeles con sus tres hijos para vivir en la gigante casa de 123 cuartos, los cuales tenían pintorescas funciones.
Por ejemplo, uno era una bolera, otro estaba destinado para cortar flores e incluso había una cámara climatizada para guardar plata. Una barbería, una sala para envolver regalos o una sala de quesos y vinos franceses con música francesa incluida. Petra cambió todo esto por peluquerías, salas de masaje, solárium, un cuarto de juegos para los niños. Y es que hablamos de una mansión más grande incluso que la Casa Blanca, siendo una de las más enormes de Estados Unidos.
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