"Plaza elíptica", el regreso del capitán Torrezno

  • Madrid.- Cuatro años de espera han sido más que suficientes para el capitán Torrezno, célebre personaje de Santiago Valenzuela que retoma sus aventuras en "Plaza elíptica", un cómic donde el protagonista "sale por fin de la ciudad de Deeneim y empieza a explorar otros rincones del Micromundo".

'Plaza elíptica', el regreso del capitán Torrezno
'Plaza elíptica', el regreso del capitán Torrezno

Madrid.- Cuatro años de espera han sido más que suficientes para el capitán Torrezno, célebre personaje de Santiago Valenzuela que retoma sus aventuras en "Plaza elíptica", un cómic donde el protagonista "sale por fin de la ciudad de Deeneim y empieza a explorar otros rincones del Micromundo".

"No es una segunda serie propiamente dicha, sino la continuación de los libros anteriores. El último número, 'Capital de provincias del dolor', terminaba con el fin del asedio a Deeneim, cerrando un primer arco argumental", explica el autor en una entrevista con Efe.

El guión, por tanto, no ha sufrido excesivos cambios respecto a la primera parte de la saga. "Es el mismo, solo que se diversifica, se amplía y luego se vuelve a juntar a medida que convergen las distintas líneas narrativas. De momento estamos en fase expansiva, y todavía falta para que las historias converjan", recalca Valenzuela.

Para quienes no estén familiarizados con su figura, el capitán Torrezno es un tipo llevaba una vida miserable entre bares y alcohol. Sin comerlo ni beberlo, un buen día se vio transferido al Micromundo, tierra extraña donde fantasía y humor se dan la mano a cada instante.

Costumbre de la casa, las viñetas se presentan al lector con bocadillos repletos de texto. "Tengo demasiadas cosas que contar y, como la escritura va mucho más deprisa que la realización gráfica, se produce un desfase. Aparte de eso, me gusta cargar los diálogos para sacarles matices y hacerlos más vivos", explica el ilustrador.

Plagado de subtramas, personajes y escenarios, el tebeo puede resultar confuso en ciertas ocasiones, pero no hay un solo nudo que no encuentre su desenlace. "No se me ocurriría soltar en una viñeta cosas que sean cruciales para la comprensión de la historia; cuando algo es importante, lo presento con calma", detalla el responsable de "Plaza elíptica" (Edicions de Ponent).

El autor plantea una trama compleja, salpicada de referencias históricas o filosóficas. "Responden a la esencia del Micromundo. Son paródicas, como la civilización que ha surgido en ese sótano, un batiburrillo espiritual que oscila entre la gravedad y el humor, lo original y lo prestado", afirma Valenzuela.

La ficción deja paso a la realidad en algunos momentos del cómic, pero el dibujante asegura que se trata de un reflejo espontáneo: "La realidad está ahí y no tiene sentido buscarla o rehuirla. Algunos episodios pueden leerse como comentarios a ciertos asuntos de más o menos actualidad, pero apenas es voluntario por mi parte".

"Cuando se desarrolla una historia, ciertas estructuras aparecen por sí solas. La ficción es monótona porque la realidad también lo es, o porque lo es nuestro cerebro, el de los autores y el de los gerifaltes. Los vicios y el final de cualquier sátrapa de hoy están escritos en 'Las vidas de los doce Césares', de Suetonio", apunta.

El trazo del autor se muestra espectacular, con un cuidado extremo por los detalles. "El cómic no tiene sentido fuera de lo gráfico. No puede ser un mero vehículo desechable para contar una historia con cuatro monigotes, ni entiendo por qué alguien que no le tiene apego al dibujo puede querer dedicarse a esto", opina.

La próxima entrega de Torrezno podría ver la luz "de aquí a unos pocos meses". "Será un tomo largo y lleno de peripecias en contraste con 'Plaza elíptica', que es más reposado y teórico. Tiene lugar en un escenario tan complicado que me está llevando mucho trabajo", confirma Valenzuela.

Mostrar comentarios