Pons se retira en el Liceo, su teatro, en medio de emociones y recuerdos

  • El barítono menorquín Joan Pons se retira esta noche con una función de "Aída" de Verdi en el Liceo, su teatro, en medio de emociones y recuerdos.

Barcelona, 30 jul.- El barítono menorquín Joan Pons se retira esta noche con una función de "Aída" de Verdi en el Liceo, su teatro, en medio de emociones y recuerdos.

En declaraciones a Efe en su camerino mientras se maquillaba, Pons ha confesado que esta noche es "muy especial" pues "representa que se pone por delante toda una vida dedicada al canto".

Además, ha añadido, esa velada entrañable tendrá lugar en el Gran Teatro del Liceo -"mi teatro", subraya-, el mismo escenario en el que debutó en 1970 también con "Aída".

Tras 42 años de carrera, los recuerdos se acumulan en una sola noche: "Son tantos compañeros, algunos ya desaparecidos, recuerdos del Conservatorio del Liceo, de mi primer maestro, de mis profesores".

Con una indisimulada modestia, el popular barítono no oculta cierta extrañeza por la repercusión que ha tenido su anuncio de despedida: "Con todo mi corazón, no esperaba esta respuesta y estoy emocionado y agradecido".

Los focos se han fijado esta noche en Pons, un cantante acostumbrado, asegura, a "trabajar con los grandes", pero a quien no le importaba ser "el último de la fila".

Sobre la evolución que ha experimentado la ópera en esos 42 años de carrera, sin ánimo de polémica ni de ofender, señala: "No estoy muy de acuerdo con el modo cómo se hacen hoy las cosas en la ópera, pero es una opinión y lo importante es que sigan una buena carrera y que sean honestos con su trabajo".

"Si tienen ideas claras e innovadoras, adelante, pero si son 'charlotadas', entonces no me parece bien", opina.

Pons considera que su profesión necesita "un respeto a los compositores que a veces se olvida. No es la obra de fulano de tal, es una obra de Verdi, de Puccini o de Leoncavallo".

Nacido en 1946 en Ciutadella (Menorca), Joan Pons debutó en el Liceo en noviembre de 1970 cantando precisamente "Aída" como miembro del coro del coliseo operístico, cuando todavía cantaba como bajo, si bien posteriormente dio un giro en su carrera al actuar como barítono.

En enero de 1971 debutó como solista en el mismo Liceo en la obra "La Gioconda" y a partir de entonces comenzó a interpretar papeles de barítono en los principales teatros españoles y poco después en los teatros líricos más importantes del mundo.

Debutó internacionalmente en La Scala de Milán con el papel titular de "Falstaff" y volvió a este escenario con "Tosca", "La Traviata", "La fanciulla del West" y "Lucia di Lammermoor", entre otras óperas.

En el repertorio de Joan Pons destacan títulos como "Un ballo in maschera", "Sly", "Simon Boccanegra" y "Nabucco".

Durante su carrera, también ha cantado en la Staatsoper de Viena, Covent Garden de Londres, Ópera de París, Staatsoper de Múnich, Hamburgo, Zúrich, Roma, Bolonia, Parma, Verona, Florencia, La Fenice de Venecia, La Zarzuela de Madrid, San Francisco, Chicago y en el Metropolitan de Nueva York.

En este escenario debutó con "Il trovatore" y ha actuado en él con regularidad durante 25 años. En la apertura de la temporada 1994/1995, cantó con Plácido Domingo y Luciano Pavarotti.

Joan Pons ha sido igualmente un intérprete habitual en el Liceo, las últimas veces con "Aida" (2000-01, 2002-03 y 2008-09), "Macbeth" (2003-04), "Madame Butterfly" (2005-06), "Falstaff" (2010-11) y "Adriana Lecouvreur".

Pons no ha podido ocultar esta noche su emoción y se le ha escapado alguna 'furtiva lágrima' cuando antes de comenzar la función ha recibido la Medalla de Oro del Liceo, de manos del conseller de Cultura, Ferran Mascarell, y del director general del teatro, Joan Francesc Marco, una medalla que agradece su entrega al "bel canto" y su dedicación incondicional al coliseo barcelonés. EFE.

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