Puerta Grande para Ventura con la senyera también como estandarte

  • Barcelona.- El rejoneador Diego Ventura, que se enfundó la senyera catalana parar hacer el paseíllo en gesto reivindicativo a favor de "la Fiesta" en Cataluña, abrió la Puerta Grande de la Monumental de Barcelona tras cortar dos orejas a su segundo toro, mientras que Joao Moura, hijo, paseó también un apéndice.

Puerta Grande para Ventura con la senyera también como estandarte
Puerta Grande para Ventura con la senyera también como estandarte

Barcelona.- El rejoneador Diego Ventura, que se enfundó la senyera catalana parar hacer el paseíllo en gesto reivindicativo a favor de "la Fiesta" en Cataluña, abrió la Puerta Grande de la Monumental de Barcelona tras cortar dos orejas a su segundo toro, mientras que Joao Moura, hijo, paseó también un apéndice.

Se lidiaron tres toros, cuarto, quinto y sexto, de San Mateo, dos, primero y segundo, de San Pelayo, y uno más, el tercero, de Carmen Lorenzo, bien presentados y que en general dieron buen juego.

Antonio Domecq: pinchazo, dos rejones y descabello (silencio); y tres pinchazos y rejón (ovación).

Diego Ventura: dos pinchazos y rejón (ovación tras petición); y rejón (dos orejas).

Joao Moura, hijo: rejón (silencio); y rejón (oreja).

La plaza tuvo algo más de un cuarto de entrada en tarde agradable.

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TORBELLINO VENTURA

Antonio Domecq llevó a cabo una primera labor tan sobria como fría, que apenas conectó con el púbico. Con el cuarto, sin embargo, mejoró algo más su actuación, sobre todo en un par a dos manos con el caballos "Zumbido". Lo emborronó todo en la suerte suprema.

Ventura brilló sobremanera con los caballos "Orobroy" y "Nazarí", con los que protagonizó un gran tercio de banderillas que calentaron los tendidos. Con "Califa" puso la plaza en pie con las cortas. Falló al matar y perdió los trofeos.

Con el quinto llegó la apoteosis, formando un auténtico lío con el caballo "Morante" con el que clavó banderillas, siempre certero, arriba y llegando mucho, y con todo tipo de alardes y piruetas en las salidas de las suertes, e incluso con el habitual espectáculo de los mordiscos. Un rejonazo fulminante dio paso a las dos orejas.

Moura, hijo también anduvo a notable nivel sobre todo con el sexto, al que cuajó una faena pulcra y muy vistosa, que tuvo los momentos más intensos con los caballos "Merlín" y "Póker", ambos con las banderillas. Mató a la primera y paseó una merecida oreja.

Antes, con su primero, gustó mucho con "Salteador", aunque esta labor no tuvo el mismo eco.

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