Quemada-Díez: "He puesto toda la verdad que he podido en 'La jaula de oro'"

  • Alicia G.Arribas.

Alicia G.Arribas.

Madrid, 6 feb .- Cuando Diego Quemada-Díez decidió no terminar la carrera de Empresariales, el mundo del cine ganó una mirada precisa, sencilla y comprometida que, al fin, ha encontrado su expresión en "La jaula de oro", un drama a ritmo de "road movie" en el que, asegura, ha puesto "toda la verdad que ha podido".

"En 2003 encontré la historia: un taxista mexicano me mostró su casa desde donde se veían las vías del tren. Allí empecé a ver cosas, cómo puñados de inmigrantes sobrevivían puteadísimos. Aquello me conmocionó", explica el director en una entrevista telefónica con Efe desde México, tras conocerse su nominación como Mejor película Iberoamericana en los Goya.

"Sentí que lo que me contaban tenía que contárselo yo a otros, ser un canal. Y me dije por qué no hago una especie de poema épico, los convierto en héroes, y por qué no hacerlo con niños en vez de con adultos".

Así comenzó a gestarse "La jaula de oro", cuando Quemada-Díez empezó a "coleccionar" testimonios de inmigrantes, hasta 600, cuyas historias enlazó en la vida de tres adolescentes que huyen de sus empobrecidos barrios de Guatemala y de la sierra de Chiapas, saltando de tren en tren y empezando cada dos por tres de cero.

"La problemática es universal, está pasando en España, en toda América Latina, en Estados Unidos, en todos los sitios donde viven inmigrantes. Y yo le he puesto toda la verdad que he podido", asevera.

Explica el burgalés -aunque ha pasado casi la mitad de sus 44 años en Estados Unidos y México, donde tiene doble nacionalidad-, que era parte de su compromiso que la película se viera y recibiera muchos premios.

"Se ha vendido como a 20 países -dice con orgullo- y lo que más me alegra es que le guste al público".

Sobre su nominación a los Goya destaca que le hace "muy feliz" que la industria cinematográfica le haya reconocido, y, sobre todo, piensa que "es muy bonito que pueda volver y presentarme ante ellos con esta película".

"Ojalá en un futuro pueda filmar en España", desea el cineasta, aunque lo ve difícil: "La situación en España tiene que mejorar mucho para poder hacer una película", señala.

Combativo, el realizador encuentra "impresentable" a la gente que "siente desprecio por la cultura" y lo demuestra con acciones como elevar el IVA hasta el 21%.

"Yo no digo que se den subvenciones por la cara, pero apoyar la cultura es importante", considera, y alerta de que el riesgo que corre España lo vive él a diario en México.

"Aquí -dice- el 95% de la oferta cultural viene de EE.UU.; si España no entiende que debe procurar algún tipo de proteccionismo, el cine propio se lo van a comer, pero con patatas", advierte, no sin antes aclarar que él es antinacionalista porque entiende que los nacionalismos dividen.

Pero, agrega, "sin un cierto proteccionismo y el apoyo a la producción nacional (...) las empresas transnacionales se harán las reinas, la producción nacional se destruirá y la gente tendrá que emigrar".

Quemada-Díez, que comenzó trabajando en producciones de publicidad en EE.UU., acabó pronto como "chico de los recados" para directores como Isabel Coixet, Spike Lee o Alejandro González Iñárritu y, sobre todo, el que considera su maestro, Ken Loach, de quien absorbió lo esencial:

"Filmar en continuidad con actores no profesionales -a los que no se cuenta la historia completa nunca-, y a hacer cine muy humano, con un punto de vista político, pero sutil", resume.

De sus competidores, elige "Gloria", del chileno Sebastián Lelio, "es muy fuerte como rival -dice- porque es muy divertida y la actriz es fantástica", aunque no ha visto "Azul y no tan rosa", del venezolano Miguel Ferrari, y sobre "El médico alemán", de su amiga Lucía Puenzo, asegura que también "le gusta".

Y, al contrario, para Puenzo, la favorita es, sin duda, esta tremenda "jaula de oro" con la que Quemada-Díez golpea directo al corazón.

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