¿Quién dijo 'generación perdida'?

Se han dicho muchas cosas de esa generación que ahora tiene entre 20 y 25 años: que les falta pasión, que son conformistas, que no se rebelan. Por si fuera poco, los últimos datos de la Encuesta de Población Activa del INE –publicados ayer- señalan que el 45% de ellos se encuentra actualmente en paro.

En medio de semejante panorama, la aventura emprendida por el periodista catalán Marc Serena se antoja una locura. Serena, de 25 años, dejó la estabilidad de su trabajo, agarró su mochila y su grabadora,  y se dispuso a plasmar el retrato más fidedigno de esa generación a la que se ha tachado de "perdida". Su reto: hacerse con 25 historias de veinticincoañeros en 25 países del mundo.

Prueba superada, este emprendedor periodista publica 'La vuelta de los 25'–Ediciones B-, un libro que recoge sus experiencias y en el que plasma sus impresiones sobre la juventud y el mundo.

En un momento en el que el escepticismo hace mella entre la juventud, Marc eligió agarrar la vida por los cuernos y perseguir su sueño. "Había ahorrado muchísimo", explica, "ese dinero era como para comprarme un coche, pero pensé, bueno y qué pasa si en vez de en eso me lo gasto en otra cosa.

Pasamos por un momento en el que parece que todas las decisiones tienen que ser económicas. Para mí, eso fue lo menos importante. Sé que voy a perder mucho dinero, pero estoy orgulloso del resultado final", asegura.

Marc insiste en que su libro "no pretende ser una tesis". "No iba con la idea de demostrar nada", nos dice, "viajaba con la mente en blanco, las manos abiertas y atento. Ser fiel me obsesionaba. He tratado de retratar los escenarios con el máximo detalle, no inventarme nada, pero no he escrito un retrato sociológico, ni empírico. Aunque no sé si un informe sobre juventud de 3.000 páginas sería más fiel que lo que yo he hecho".

Pese a que Marc ha conocido de muy cerca las historias de más de una veintena de jóvenes de 25 años, a él le gusta recalcar que "será el lector el que saque sus propias conclusiones" ya que él, confiesa, no lo ha hecho.

Sea como sea, Marc tiene mucho que decir sobre una generación a la que conoce muy bien, la suya propia. "Se nos llama la generación perdida, como si fuéramos una hoja seca que se va a llevar el viento. Un ente pasivo. No es verdad, los jóvenes tenemos capacidad de sobra para revertir esta situación. Salir de esta".

Si hay algo sobre lo que el catalán hace énfasis en su libro, es, que digan lo que digan las cifras, "el futuro está en nuestras manos". "Cuando uno tiene 25 años", argumenta Marc, "el mañana está por construir. Deberíamos tener la misma percepción respecto al mundo".

Marc, cuya aventura han seguido cientos de internautas a través de su blog–premiado por Lonely Planet como mejor bitácora de viajes-, destaca cómo Internet ha cambiado las cosas: "Somos una generación que tenemos, más que nunca, una percepción de aldea global. Sabemos que nuestras acciones tendrán una repercusión mundial", puntualiza.

"Quizás deberíamos ser más responsables, es importante lo que hacemos más allá de nuestra vida diaria", reflexiona, "no he visto una juventud que podría cambiar el mundo", aunque hay "de todo" y "no hay ninguno de estos jóvenes que sea representativo. Ni el presidente de un país lo sería. Un país es un crisol de historias, me interesaba buscar un poco de todo".

La fuerza del fútbol

Si algo ha querido Marc Serena en 'La vuelta de los 25', es derribar "estereotipos". Comenta, por ejemplo, el caso español: "Tienen una imagen muy estereotipada de nosotros. Me he quedado impresionado de la fuerza que tiene el futbol y en especial el Barcelona, creo que es el club de futbol más internacional que hay", opina. Son curiosas, también, "las percepciones de la gente. En algunos países, al saber de dónde venía, me tomaban por millonario, mientras que en Japón, por ejemplo, me dieron limosna".

Las reivindicaciones no han faltado en el libro del catalán, que clama que "las páginas de internacional de los medios" se reducen a "grandes trending topic", como es el caso, actualmente, de Japón, "mientras que en el resto del mundo parece que no pasa nada, cuando sí lo hace". Serena pone de ejemplo a Zimbabwe o Vietnam, países incluidos en su ruta.