Rafael Canogar: Mi obra quiere ser respuesta a la confusión

  • Concha Tejedor.

Concha Tejedor.

Madrid, 6 mar.-"Estamos en un laberinto creativo, y mi obra quiere ser respuesta a este momento de confusión", dice en una entrevista a EFE Rafael Canogar, que inaugura hoy una retrospectiva de más de una veintena de obras, todas de su colección particular, en la madrileña galería Fernández-Brasso.

La exposición, "Las abstracciones de Rafael Canogar (1957-2014)", comienza con los lienzos más recientes, uno de ellos terminado ayer, hasta llegar a sus primeras obras abstractas, hace casi sesenta años, óleos informalistas en blanco y negro, de 1957.

"En aquella España triste y oscura de los años 50 buscaba sobre todo la expresividad con los mínimos elementos. Era una autoafirmación, un arte con el máximo de espontaneidad, y meterse en colores podía desvirtuar esa espontaneidad, esa frescura, esa especie de grito que tenía que sacarse fuera", explica a EFE Rafael Canogar (Toledo, 1935).

Considerado uno de los artistas más renovadores de la generación vanguardista de los 50, creador del grupo El Paso en 1957, junto con Saura, Millares y Chirino, entre otros, Canogar no ha dejado de experimentar y evolucionar en estos sesenta años.

La exposición tiene un significado especial para el artista: "Es mi vida, un resumen de mi trabajo, y me gusta mostrarlo en la ciudad en la que he vivido", reconoce el artista, al que el IVAM dedicó en noviembre una antológica también de su obra abstracta.

En estos momentos, quiere "recuperar la dimensión poética y metafórica de la pintura como alternativa de vanguardia , el espacio de lo trascendental, la buena pintura, su capacidad de hacer vibrar y comunicar. Una pintura desnuda, con los elementos esenciales, es lo que a mí hoy me importa", explica a EFE.

Para él, el concepto de artista hoy consiste en "encontrar acomodo en algún grupo de demanda, de consumo cultural", y mucho del arte de las nuevas tecnologías es arte aplicado a la arquitectura, a la teatralización de eventos o al entretenimiento. "Parece que estamos en un 'impasse', y vamos camino de un cambio que todavía está por definir, sus límites y sus contornos"

Pintura y solo pintura es lo que impacta al visitante al entrar en la sala. Es la obra "Viso" (2013), un gran óleo sobre lienzo de dos por dos metros, materia de pincelada sobre pincelada, color sobre color, azules, rojos, blancos, amarillos, algo de marrón y, sobre ello, negro.

O "Jerusalén" (2003), un inmenso díptico de 2,44 por 4,40 metros, impactante óleo negro y pan de oro sobre una construcción de madera, al lado de "Frontera", también óleo y pan de oro sobre madera, también de 2003.

A partir de 1.990, Canogar investiga el cuadro como objeto y rompe su forma tradicional, como "Cortinal" (1996). Antes, a fines de los setenta, compone óleos con pincelada de trenzado y vuelve a la abstracción en 1975, en la democracia, ahora ya con color, después de dejar atrás su etapa realista.

Las últimas obras son tres cuadros informalistas que el artista ha tenido que comprar, porque de aquellos años de éxito internacional en las bienales no le quedó ninguna obra sin vender.

"Lo que es una constante en mi trabajo -dice- es la función de la materia, que ha permitido dejar la huella del artista en cada rincón de la obra, un vehículo de expresión de lo carnal que tiene la pintura, como dice Zugaza en un artículo publicado hace poco".

¿Y el color? "Cada vez el color tiene mas importancia. Creo que empleo colores a veces intensos, como puede ser el rojo, el azul o mucha mezcla de colores, en contraste con otras zonas limpias de color".

Y no duda que el mercado manda mucho ahora en la creación. "Lo que está ocurriendo en el mundo es muy preocupante, la fuerza económica de Oriente, que quizá Occidente está perdiendo", advierte.

"El nuevo equilibrio en el mundo necesita de planteamientos nuevos, pero de momento estamos viviendo de filosofías agotadas. En arte a veces es necesario dar un paso atrás para dar dos hacia delante y retomar cosas en las que no se profundizó convenientemente, por ir demasiado deprisa", señala.

"En mi caso, ha sido casi volver un poco a mis primeros pasos, reducir al máximo los elementos y, con esos elementos enormemente sencillos, como es una pintura sobre una tela, tratar de sacar las últimas y mas afinadas armonías del instrumento pictórico", dice. EFE

ct/ram

(Recursos de archivo en www.lafototeca.com. Código: 6237416 y otros)

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