Rodríguez: Para malabarismos prefiero el Cirque du Soleil, no los pianísticos

  • El pianista cubano Víctor Rodríguez no cree que la técnica sea lo principal al sentarse al piano, porque la música está "para decirla, para expresarse a través de ella", y en cambio, para los "malabarismos", prefiere ver el Cirque du Soleil.

Santander, 6 ago.- El pianista cubano Víctor Rodríguez no cree que la técnica sea lo principal al sentarse al piano, porque la música está "para decirla, para expresarse a través de ella", y en cambio, para los "malabarismos", prefiere ver el Cirque du Soleil.

"El circo pianístico no es mi vocación. Siempre hay un pianista que toca más rápido, más fuerte y que puede hacer más malabarismos, pero para eso prefiero el Cirque du Soleil", ha afirmado.

Rodríguez, que imparte esta semana en Santander un curso magistral en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo sobre los grandes compositores cubanos de los siglos XIX y XX, reconoce que hay que tener cierto dominio del instrumento.

Pero piensa que no debe darse un "divorcio" entre la técnica y el significado de la obra, porque, en su opinión, conforman una "unión indisoluble" y separarlas "no lleva a buen puerto".

En rueda de prensa, Rodríguez ha puesto el ejemplo de los alumnos a los que acerca estos días al repertorio de Manuel Saumell, Ignacio Cervantes y Ernesto Lecuona.

Según dice, con mayor o menor "poderío" al teclado, "lo más importante es lo que consigan decir y expresar".

"Obviamente, en la medida que tengamos más herramientas, más podemos expresar. Pero hay que tener siempre claro que el fin es tener algo que decir", sostiene Rodríguez, quien añade que, si algo no le hace "vibrar", pierde el interés en ello.

Tampoco comparte trabajar sólo pensando en los concursos, los cuales deben verse como "escalones" o "desafíos". Desde su punto de vista, quienes viven sólo ellos están en "un error" y "muchas veces" acaban tocando "cada vez peor", más alejados de su "esencia".

Rodríguez, VI Premio y Premio Especial a la Maestría del Concurso Internacional de Piano P.I. Chaikovski, confiesa que él fue "víctima de los concursos", en los que -sostiene- a veces los participantes tienen que "hacer algo extravagante" o llegar recomendados para obtener el reconocimiento.

No los "condena", simplemente los considera "un mal de la época", "un mal necesario" cuando los artistas quieren darse a conocer, explica el músico, fundador y presidente del Concurso y Festival de Piano Ignacio Cervantes, de La Habana.

Lo ideal, para Rodríguez, sería plantear los concursos como un concierto, con "más integridad musical", para que los intérpretes no toquen pensando en un jurado o un público concreto, sino mostrando su "esencia".

También dice que habría que hacer "más accesible" el arte, "el arte verdadero", porque lamenta que muchas veces está "oculto a los ojos de las grandes mayorías" o es "inaccesible por los costes".

En Cuba, a su juicio, es "un poquito más fácil", porque el acceso a la cultura es "prácticamente gratuito", uno de los beneficios de los que "goza el pueblo de a pie" en su país, sostiene.

Para el pianista, la sociedad cubana es "diferente" y tiene "fortalezas y debilidades".

Y preguntado por esas debilidades o carencias, señala una: que les dejen a los cubanos hacer lo que ellos quieren y que se establezca una relación "de igual a igual" con todos los países, "sin condicionamientos", porque así, apunta, tendrían una mejor economía.

"Falta que dejen de tratar de imponernos un modelo, como nosotros no tratamos de imponerle un modelo a nadie. Es un derecho elemental que nos niegan algunos países", ha sentenciado.

Según dice, "Cuba va a ser lo que quiera el pueblo cubano que sea". "Que nos dejen vivir, en lugar de tratarnos de imponer ideas. Al pueblo cubano le sobran ideas. Ha tenido acceso libre a la cultura y a la educación y tiene suficiente tradición de independencia como para pensar por sí mismo", ha zanjado. EFE

mavl/ram

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