Salamanca indaga en el mejor fotoperiodismo siglo XX a través de Capa y Taro

  • Salamanca.- Más de trescientas fotografías y un centenar de documentos componen una exposición de la Universidad de Salamanca que muestra la evolución del mejor fotoperiodismo del siglo XX a través de dos de sus grandes maestros: Robert Capa (1913-1954) y su compañera, Gerda Taro (1910-1937).

Salamanca indaga en el mejor fotoperiodismo siglo XX a través de Capa y Taro
Salamanca indaga en el mejor fotoperiodismo siglo XX a través de Capa y Taro

Salamanca.- Más de trescientas fotografías y un centenar de documentos componen una exposición de la Universidad de Salamanca que muestra la evolución del mejor fotoperiodismo del siglo XX a través de dos de sus grandes maestros: Robert Capa (1913-1954) y su compañera, Gerda Taro (1910-1937).

El tiempo ha vuelto a reunir, esta vez en una sala de exposiciones, a dos de los mejores fotógrafos de guerra, compañeros de profesión y pareja sentimental.

La muestra, con la que se cierra una itinerancia que arrancó en Nueva York y que se cerrará en Salamanca, indaga en algunas de las instantáneas más publicadas y laureadas sobre los conflictos bélicos del siglo XX.

Aunque el montaje ha reunido por primera vez la obra de los dos fotógrafos, cada uno de ellos tiene su gran espacio de protagonismo, tal y como ha destacado en rueda de prensa la comisaria Cynthia Young, representante del Centro Internacional de Fotografía de Nueva York, a la que pertenecen las instantáneas.

Más se setenta años después de las imágenes tomadas en la Guerra Civil Española, la muestra revela la importancia de ambos reporteros y redescubre para la historia la calidad de las fotografías de Taro, que quedó durante mucho tiempo solapada por Capa y su prematura muerte en el frente.

La Guerra Civil fue la primera gran contienda moderna difundida casi a diario por los medios de información internacionales, por lo que la pareja vio en este acontecimiento una oportunidad única para desarrollar su trabajo.

Así, Capa y Taro trabajaron conjuntamente para varias revistas internacionales, sobre todo francesas, hasta que cada uno se fue abriendo paso por sí mismo.

Respecto a la sección dedicada a Taro, ésta se divide en dos partes comprendiendo la primera de ellas las fotografías realizadas en 1936 con imágenes más generales de la guerra, de campesinos y milicianos.

La adquisición de una nueva máquina fotográfica marca un giro en 1937 con el retrato de situaciones de mayor dramatismo e intensidad, con el protagonismo de historias más concretas, según narra la comisaria.

La obra de Taro en España representa la totalidad de su breve carrera, ya que en julio de 1937 se convirtió en la primera fotógrafa de guerra muerta en acción.

Capa sin embargo ocupa un espacio más amplio en una muestra que recorre algunas de sus fotografías más destacadas de su amplia carrera como reportero de guerra en la contienda española, la chino-japonesa, la batalle del río Segre, los refugiados de Barcelona, el Día D o la liberación de Leipzig.

Dentro de la muestra se pueden apreciar algunas de sus obras más conocidas y reproducidas a lo largo de los años como "Muerte de un miliciano" o "Soldado Caído" (1936), además de "El desembarco de Normandía".

Young ha destacado que, aunque Capa ha sido uno de los grandes fotógrafos del siglo XX, lo que convirtió sus imágenes en "verdaderos iconos", su amplia difusión sólo llegó a través de las revistas gráficas internacionales.

El coste humano de la guerra está muy presente en las imágenes de Capa, que se centran no sólo en soldados y combatientes, sino en las expresiones de los civiles.

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