Se cumple un año de la recuperación del tesoro de la fragata "La Mercedes"

Madrid, 25 feb.- Hoy se cumple un año de la llegada a España del tesoro de la fragata "Nuestra Señora de las Mercedes", compuesto por más de medio millón de monedas que fueron recuperadas tras una larga batalla legal contra la empresa estadounidense "Odyssey" que las había extraído del fondo del mar.

Un año después, las 574.553 monedas de oro y plata que llegaron a España se encuentran en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQUA) de Cartagena, donde expertos de este centro y del Museo Arqueológico Nacional trabajan en un complejo y laborioso proceso de documentación, catalogación, conservación y restauración, ha explicado hoy la Secretaría de Estado de Cultura.

Cinco años duró el litigio entre la empresa cazatesoros y el Estado español, al que la justicia norteamericana dio la razón ordenando que las monedas que portaba la fragata, hundida en 1804 frente a Portugal por un barco inglés, fueran devueltas a España.

Tras permanecer en las cámaras acorazadas de la Secretaría de Estado de Cultura, las 14,5 toneladas del tesoro fueron trasladadas el pasado 2 diciembre a Cartagena, su destino definitivo.

En la actualidad se trabaja en el diseño de una exposición permanente del conjunto del patrimonio de La Mercedes que será instalado en este Museo Nacional de Arqueología Subacuática ARQVA en Cartagena (Murcia), y paralelamente se organiza una exposición temporal itinerante que será ofrecida a las Comunidades Autónomas.

Ambas muestras podrán verse a partir del segundo semestre de este año, ha indicado la Secretaría de Estado.

Las labores de restauración están sentando un precedente científico, ya que nunca antes se había tenido que gestionar un patrimonio cultural subacuático de tan grandes dimensiones.

A principios de marzo, un comité de expertos determinará el sistema por el que se acometerá la restauración masiva de estos bienes y, mientras tanto, se desarrolla por métodos tradicionales.

La investigación, ha indicado la Secretaría de Estado de Cultura, ha aportado algunos datos sobre cómo se desarrollaba la vida a bordo de la fragata.

Así, el hallazgo de una charretera de botones de oro con la corona real que es una prueba arqueológica de la presencia de personal de la Marina Real a bordo de la embarcación y contextualiza la fecha del hundimiento en 1804.

Al encontrarse amalgamada, permite elaborar la hipótesis de que el tripulante se había quitado esta botonadura al estar en desuso, tras el reglamento de 1802, que ordenaba sustituirlas por la que presenta una corona real sobre ancla, y las portaba en una bolsa de tela, al encontrarse fragmentos de ésta adheridos al cúmulo de botones.