Segunda fase de la digitalización de los fondos de JRJ en Puerto Rico

  • La digitalización del legado del poeta Juan Ramón Jiménez que se conserva en la Universidad de Puerto Rico ha entrado en su segunda fase en la que se calcula que pasen al formato digital unos 77.000 documentos, con lo que se darían por concluidos unos trabajos que afectan a un total de 180.000.

Huelva, 15 jun.- La digitalización del legado del poeta Juan Ramón Jiménez que se conserva en la Universidad de Puerto Rico ha entrado en su segunda fase en la que se calcula que pasen al formato digital unos 77.000 documentos, con lo que se darían por concluidos unos trabajos que afectan a un total de 180.000.

En declaraciones a Efe, Antonio Ramírez-Almanza, gerente de la Fundación Zenobia-Juan Ramón Jiménez, entidad que custodiará la copia de este legado, ha recordado que los trabajos se iniciaron a finales del 2009 gracias a un convenio firmado entre la Fundación Zenobia-Juan Ramón, la Residencia de Estudiantes y la Junta de Andalucía.

En una primera fase, que se ha prolongado hasta hace apenas dos meses, se han llevado a cabo 111.000 digitalizaciones, y en la segunda, que recién ha comenzado, se harán las 77.000 restantes, estando previsto que los trabajos puedan concluir a finales de este año.

El legado que se está digitalizando se custodia en una sala de la Biblioteca de la Universidad de Puerto Rico, bautizada con el nombre del escritor y su esposa, y está compuesto por manuscritos, recortes y anotaciones, del que al menos un tercio es completamente inédito.

Entre estos fondos se encuentra una abundante correspondencia, cuyo volumen supera las 3.000 cartas, que Juan Ramón intercambió con otros creadores del momento, desde los jóvenes poetas del 27, como Alberti, a escritores iberoamericanos y europeos como Borges o Max Aub.

Buena parte de este fondo epistolar traza la geografía del destierro: la marcha de España, su itinerancia por Puerto Rico, Cuba, Estados Unidos y el regreso a Puerto Rico, donde Zenobia y Juan Ramón permanecieron hasta el final de sus días.

La reproducción de estos documentos lleva implícita una serie de ventajas, pues ahorra a los investigadores el desplazamiento y evita la manipulación de los originales, al tiempo que facilita una mayor difusión y acceso a los mismos.

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