Sierra i Fabra asegura que España es el país con más censura en los libros juveniles

  • Madrid.- Jordi Sierra i Fabra, el autor español vivo más prolífico, cree que España es el país "con más censura" en la publicación de literatura infantil y juvenil, algo contra lo que lleva "cuarenta años luchando".

Sierra i Fabra asegura que España es el país con más censura en los libros juveniles
Sierra i Fabra asegura que España es el país con más censura en los libros juveniles

Madrid.- Jordi Sierra i Fabra, el autor español vivo más prolífico, cree que España es el país "con más censura" en la publicación de literatura infantil y juvenil, algo contra lo que lleva "cuarenta años luchando".

"Un niño puede ver una película violenta o de sexo y jugar a videojuegos en los que mata a cien mil tíos", asegura el escritor en una entrevista con Efe, en la que critica la "censura" que imponen los padres, las asociaciones, los colegios y las editoriales sobre determinados temas polémicos.

Entre esos temas Sierra i Fabra incluye la homosexualidad, las drogas, el sexo o el divorcio, sobre los que muchos colegas se ven obligados a "autocensurarse" si quieren que una editorial les publique un libro.

"Yo no cambio nada; si una editorial no quiere publicar un libro mío me voy a otra", asegura el autor de más de 380 libros publicados y 415 escritos, quien afirma contundente que "por ahí no paso; mi libertad es mía y como escritor nunca he transigido con eso".

En su último libro publicado, "El caso del loro que hablaba demasiado" (Siruela), Sierra i Fabra retoma a Berta Mir, la joven detective que empezó a suplantar a su padre enfermo tras un intento de asesinato en "El caso del falso accidente".

En el segundo título de la serie, de la que el autor tiene ya casos pensados para cinco libros, Sierra i Fabra explora el universo femenino, algo que le permite "lucirse" ante el convencimiento de que sus personajes femeninos tienen "más fuerza" que los masculinos.

"Soy muy sensible y mis mejores amigos son mujeres; me siento más identificado con las mujeres que con los hombres", afirma el escritor, quien subraya que a lo largo de la serie Berta Mir "madurará" tanto personal como profesionalmente, a pesar de que entre un libro y otro transcurre poco más de un mes en la vida de la joven detective, de 18 años.

En "El caso del loro que hablaba demasiado", el escritor analiza el tema del tráfico de animales en vías de extinción, al plantearle a Berta Mir la desaparición del loro Mauricio, un guacamayo del que sólo quedan 150 ejemplares en libertad en todo el mundo y que en cautiverio está valorado en 100.000 euros.

"Yo soy un tío muy ecologista, y cuando leo barbaridades de maltrato animal me indigno", dice Sierra i Fabra, quien incluye en el libro datos y nombres reales de traficantes de animales, algo que quería hacer desde hace tiempo.

Con esta obra, el autor intenta mantener su público, eminentemente juvenil, y captar a la vez al lector adulto, al plantearle a la joven protagonista un caso policíaco serio.

Sierra i Fabra asegura que Berta Mir es, sin duda, el personaje que más le ha costado crear a lo largo de toda su trayectoria como escritor, ya que tardó un año en escribir el guión, lo que hizo, como siempre, en dos pequeñas islas caribeñas -San Andrés y Providencia (Colombia) en este caso- en las que el autor se aisló durante unas semanas sin teléfono, televisión, periódicos y sin familia.

"Las novelas policíacas requieren unos guiones tremendos, en los que no puede quedar ningún cabo suelto", dice el autor, quien asegura que en los casos de Berta Mir "todo encaja como un guante, no hay lugar a las casualidades".

El escritor prepara para el próximo año sus memorias literarias, que se titularán "Mis primeros 400 libros", en junio entregará el guión del tercer título de Berta Mir y en mayo volverá a otra "islita" caribeña, Isla Grande, en el Caribe, a encerrarse para elaborar nuevos guiones.

"Mis libros son tan coherentes porque están muy pensados", afirma Sierra i Fabra, quien asegura que viajar a esas islas del Caribe "no es turismo, es trabajo y ahí solo puedes pensar en tus obras, nada más".

Concha Carrón

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