Operación histórica

Springsteen y Sony se 'hacen de oro': la letra pequeña de la cesión de derechos

El 'Boss' se suma a la ola y vende su legado artístico al igual que han hecho Shakira o Tina Turner este año. Y con ello consigue una 'prejubilación dorada' a las puertas de su retirada en la industria musical.

BRUCE SPRINGSTEEN EN 2016 EN MADRID
PATRICIA CANO
(Foto de ARCHIVO)
07/9/2016
Springsteen y Sony se 'hacen de oro': la letra pequeña de la cesión de derechos. 
PATRICIA CANO

No es oro todo lo que reluce. ¿O sí? Detrás de la venta millonaria de las canciones de Bruce Springsteen a Sony Music, una operación que ha batido todos los récords de transacciones en la industria, se esconden los intereses económicos de ambas contrapartes. En este caso ninguna sale perdiendo. Pese a que la estrella del rock figura en las listas de los cantantes más ricos, no podría generar la cantidad que le ha ofrecido la citada compañía en toda su vida, ni tampoco tras su muerte, ya que los herederos tampoco lo verían. En cambio, a la discográfica sí le salen los números porque tiene la capacidad suficiente para amortizar con holgura los 500 millones que le ha puesto sobre la mesa. 

La primera clave es la edad. Con 72 años, el cantante rentabilizaba hasta ahora nueve millones de dólares al año solo por su catálogo musical, según los expertos consultados por La Información. Por lo que, en el supuesto caso de que se retire de los escenarios en 20 años, sus ganancias en dicho periodo llegarían a los 180 millones. El 'Boss' suma a esta riqueza el patrimonio generado por los 120 millones de discos vendidos y una decena de éxitos convertidos en 'número 1' en el mundo. La estrella no ha dejado de cosechar reconocimientos a lo largo de su carrera musical, tales como 20 premios Grammy, dos Globos de Oro y un Óscar, entre otros.

Sony ha realizado una media estadística de cómo puede optimizar e incrementar su última apuesta

En este escenario de negociación, cabe preguntarse qué retorno obtendrá el gigante nipón para que le salga a cuenta pagar la millonaria cifra. El punto de partida radica en la táctica de Sony de abrir nuevos horizontes de explotación de la obra del cantautor. Según precisa el director de Sympathy For The Lawyer, firma legal especializada en derecho musical, Manuel López, la discográfica ha estudiado la adquisición teniendo en cuenta el negocio de Springsteen en los últimos años y ha realizado una media estadística de cómo puede optimizar e incrementar su última apuesta. "Una buena estrategia es licenciar las canciones en redes sociales emergentes como Twitch, así como en las plataformas de streaming e industria audiovisual en expansión, como series y anuncios", subraya López.

Para hacerse una idea, de materializarse el acuerdo avanzado por la revista 'Billboard', la multinacional japonesa dispondría de esos derechos desde el momento de la firma del contrato hasta la muerte del cantante, a los que habría que añadir otros 70 años más a título póstumo, tal y como recoge la normativa y explica a este medio el abogado del Departamento de Propiedad Industrial e Intelectual de Garrigues, Antonio Muñoz. Es decir, suponiendo que viviera hasta los 100 años, Sony puede hacer negocio 98 años en total. Sin embargo, no hace falta esperar un siglo para hacer caja. Los expertos aseguran que se trata de una operación sin riesgo y la compañía ya ha calculado los beneficios de esta inversión como un activo seguro a buen recaudo. Por el momento, desde Sony han optado por el silencio y no se pronunciarán sobre este asunto. 

El 'gato encerrado' de los derechos editoriales

La tónica habitual en España en este tipo de cesiones es que los artistas vendan sus derechos a una editorial musical, que será la encargada de comercializar la obra. Es decir, pasan a tener el control de dicha creación aunque por ley deben ceder el 50% de los beneficios que les reporta la explotación del contenido. Pero el filtro de los beneficios pasa primero por la Sociedad General de Autores (SGAE), que es la entidad encargada de realizar esta distribución entre la editorial musical y autor.

Al otro lado del Atlántico la situación es totalmente diferente. En EEUU dichos porcentajes no existen y Sony tiene 'manga ancha' para controlar a su gusto la obra del artista al ser su propietaria ahora que están bajo su dominio. Así, Springsteen solo facturará por el ejercicio profesional de sus actuaciones, es decir, únicamente recibirá la retribución procedente de sus giras y conciertos. Una tarea nada complicada para el autor de 'Born to Run', que llena estadios de fútbol como el Santiago Bernabéu sin ningún problema, tal y como confirma una conocida discográfica. 

Según López, el control total de Sony también podría obedecer a sinergias empresariales. La discográfica de Bruce era Columbia Records, sello que se encuentra dentro del grupo de Sony Universal, por lo que la música del artista ya estaba, en parte, bajo la esfera de la compañía. Columbia Records había visto 'nacer' a la estrella de rock en los 70 y le llevaba pagando los royalties correspondientes desde el inicio de su carrera. Ahora todo queda en casa. Por otro lado, la compañía también gana capacidad de negociación con dicha absorción musical dentro de su repertorio ya que le sitúa como propietario importante en futuras relaciones comerciales.

Sigue la estela de Tina Turner o Shakira

Con la venta de los derechos de todo su repertorio de canciones, que abarcan desde el inicio de su carrera hasta el momento actual, Springsteen sigue el camino de David Bowie, Paul Simon o Neil Young. A la espera del comunicado oficial por parte de Sony, sería la mayor transacción realizada hasta la fecha sobre el trabajo de un único artista. De hecho, supera los 300 de dólares que desembolsó Universal Music Publishing Group a Bob Dylan por los derechos de su trabajo, cifra que algunos expertos calcularon que podría ascender a 400 millones de dólares. La decisión cierra un año marcado por este tipo de operaciones que inauguró la cantante colombiana Shakira en enero de 2021, con la venta de los derechos de sus 145 canciones y que se une también a Tina Turner, quien el pasado mes de octubre puso cifra a su extenso legado y la cedió al grupo BMG para irse a vivir a un castillo.

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