Tango, vino y cine de autor en la apertura del Festival Latino de Chicago

Chicago.- El tango, el vino, y el cine argentino se dieron cita esta noche en el corazón de Chicago para celebrar el arranque de la 27 edición del Festival de Cine Latino, que abrió la película "Sin retorno", del actor Leonardo Sbaraglia.

"Has estado aquí ya diez veces, pero esta es la primera vez que te tenemos en persona", dijo el director del festival, Pepe Vargas, al intérprete durante las alocuciones previas a la proyección del filme.

Y es que el actor argentino protagonizó un buen número de películas que se proyectaron en ediciones anteriores del certamen, por lo que en esta ocasión la organización decidió consagrarle la apertura del festival.

La velada argentina comenzó con la proyección de "Sin retorno", ópera prima de Miguel Cohan que invita a reflexionar sobre la justicia, el papel de los medios de comunicación y las consecuencias de las decisiones personales.

En la película, las vidas de tres hombres se cruzan a causa de un accidente de tráfico, tras el que se evidencia que, mientras que las pruebas materiales se pueden borrar, el sentimiento de culpa, como el de venganza, permanece para siempre.

Muy bien acogida por el público, la película se inscribe en la explosión de obras de nuevos directores argentinos que, según Vargas, son los artífices de las mayores innovaciones dentro del cine latino.

Para Sbaraglia, el cine argentino ha sabido hacer de la necesidad virtud, al suplir la falta de presupuesto con historias pequeñas pero intensas que han logrado saltar fronteras.

"Se trata de películas complejas, de autor, que están entrando muy fuerte y que a la vez alimentan al cine de aspiración más comercial", dijo el actor.

Tras la proyección, la noche tomó ritmo de tango con la exhibición de media docena de parejas de bailarines que arrancaron los aplausos de los asistentes.

Lo mismo ocurrió tras las actuaciones de dos cantantes que interpretaron canciones emblemáticas del repertorio tradicional argentino.

El espectáculo fue acompañado de empanadas argentinas y otros platos típicos del país, además de una extensa variedad de vinos autóctonos.