Tarde de escaso contenido por falta de toros propicios en Dax

  • El bondadoso público de Dax salió hoy muy enfadado de la cuarta corrida de feria al final de la cual abroncó al Juli y a Manzanares a su salida de la plaza, culpándolos de haber traído una corrida de El Pilar que ofreció muy poco juego.

André Viard

Dax (Francia), 17 ago.- El bondadoso público de Dax salió hoy muy enfadado de la cuarta corrida de feria al final de la cual abroncó al Juli y a Manzanares a su salida de la plaza, culpándolos de haber traído una corrida de El Pilar que ofreció muy poco juego.

FICHA DEL FESTEJO.- Cinco del Pilar, el tercero como sobrero, y uno -el quinto- de Luis Algarra, correctamente presentados. El primero, bravito en varas, fue facilón pero sin transmisión; el segundo, noblón y algo flojito; el tercero se paro pronto; el cuarto no tuvo ni un pase; el quinto se desfondo, y el último se movió con buen son aún justo de fuerzas.

Julián López "El Juli" vuelta tras petición y bronca a la presidencia, y silencio.

José María Manzanares, silencio y pitos.

Alejandro Talavante silencio y silencio.

En cuadrillas, Saludo Juan José Trujillo después de parear al segundo.

La plaza tuvo lleno de "no hay billetes".

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¿DONDE ESTÁ EL CARRETÓN DE LOS NIÑOS?

El Juli volvía en Dax después de la polémica del año pasado, cuando, después de haber sido abucheado por este mismo público, había acusado a parte de la prensa francesa de haber hecho campaña en contra de él.

Se suponía que venía con afán de superación para reconciliarse con un público que le ha dado mucho, pero desde los primeros compases de su faena, su actitud, bastante conformista, hizo temer lo peor.

Bravito sin exceso, su primero llego facilón a la muleta. El Juli se mostró fácil, poco comprometido y no llegó a convencer al público, que, sin embargo, pidió para él una oreja, después de un pinchazo saliendo de la suerte y de una entera habilidosa.

El presidente juzgó -con razón- que la petición no era mayoritaria, y no la atendió. Hubo bronca para la presidencia, palmas también, y el Juli acabó dando una vuelta a la carrera, indicando con la mano que en su segundo iba a poner las cosas en su sitio.

Desafortunadamente el del Pilar que hizo cuarto salió muy desentendido, hizo dos veces a por él, y el Juli tuvo que limitarse a lidiarlo con solvencia antes de dejar media estocada sin pasar.

A estas alturas de la corrida, el público estaba ya muy mosqueado, puesto que frente a su primero, un toro soso, noblón y flojito, Manzanares se había limitado a tirar algunas líneas y había aburrido al personal.

Poco pudo hacer después Talavante frente al tercero bis que se paró después de un par de tandas, y se levantaron las primeras protestas en los tendidos.

La pena fue, quizás, el haber cambiado precipitadamente al quinto, un toro más hondo y que humilló mucho en el capote sin salir del mismo, algo muy propio de los toros de este encaste. Para colmo fue bravo en dos encuentros duros, pero bastante enfadado, el público pidió su devolución cuando cojeo de una pata.

Tomó al relance una puya más después de sacar el presidente al pañuelo verde, y se puede pensar que hubiera aguantado.

En su lugar salió un toro cortito, aleonado, bajo y algo acochinado de Luis Algarra, bravo en dos varas fuertes, codicioso en banderillas, pero que se desfondó nada más empezar la faena, antes de buscar descaradamente el refugio de las tablas, donde Manzanares acabó con él de un bajonazo que le valió unos pitos.

Se escuchó entonces una voz en lo alto de los tendido que preguntó con guasa: "¿Dónde está el carretón de los niños?".

El mérito de Talavante, ya que para el público la cosa tomaba camino de transformarse en una farsa, fue de no desaprovechar las buenas embestidas que le brindó el último, un toro que tuvo buen son pero perdió las manos varias veces, lo que impidió que la faena, que tuvo pasajes buenos, tomará vuelo.

En su afán de salvar la tarde Talavante se pasó entonces de faena y acabó aburriendo también.

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