Tejela corta una oreja del toro menos malo en la Corrida de la Beneficencia

  • Santander.- El diestro Matías Tejela paseó la única oreja de la tradicional Corrida de Beneficencia celebrada hoy en Santander, un espectáculo condicionado por el escaso juego que dio el ganado.

Tejela corta una oreja del toro menos malo en la Corrida de la Beneficencia
Tejela corta una oreja del toro menos malo en la Corrida de la Beneficencia

Santander.- El diestro Matías Tejela paseó la única oreja de la tradicional Corrida de Beneficencia celebrada hoy en Santander, un espectáculo condicionado por el escaso juego que dio el ganado.

FICHA DEL FESTEJO.- Cinco toros de José Luis Marca, terciados, y en el límite de la raza y de las fuerzas. El menos malo, el quinto. El primero fue un "remiendo" de "La Campana", más aparente, noble y flojo.

Antonio Barrera: estocada (ovación); y pinchazo y estocada (ovación).

Matías Tejela: dos pinchazos y media (ovación); y estocada (oreja).

Sergio Aguilar: pinchazo y estocada (ovación); y media (silencio tras aviso).

Antes de comenzar la corrida se leyó por un manifiesto "en solidaridad con los aficionados catalanes y por la libertad de poder asistir a las corridas de toros", finalizando con el grito de "¡viva la fiesta de los toros!".

La plaza tuvo algo más de media entrada.

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"BENEFICENCIA" A MEDIAS

Barrera tuvo en primer lugar un toro tan noble como flojo de "La Campana", al que sujetó en la muleta a media altura en una faena muy desarbolada, sobre todo por las pocas fuerzas del animal, que hizo que se defendiera constantemente.

El cuarto fue otro toro en el límite de todo, con el que Barrera lo intentó por los dos pitones pero sin conseguir sacar nada en claro.

A Tejela le tocó bailar con la más fea en su primero, toro inválido que no podía ni con su sombra y que apenas se mantuvo en pie. Todo intento por parte del torero fue en balde.

El quinto fue el más toreable del encierro, al que Tejela toreó con aplomo y ligazón por el lado derecho, en una labor a más, y que rubricó por ceñidas manoletinas. Mató a la primera y cortó una oreja.

El primero de Aguilar se desplazó con cierto buen aire, aunque a mitad de trasteo se desfondó por completo. El madrileño instrumentó una buen labor sobre todo al natural, por donde surgieron pases de notable despaciosidad, tirando mucho del toro en series cortas pero emotivas. Emborronó todo con la espada.

El sexto tuvo más "carbón" en los primeros compases de faena, y Aguilar se impuso con firmeza y decisión, en una faena que fue perdiendo fuelle a medida que el toro también iba apagándose, y que acabó en nada por su nuevo desacierto con los aceros.

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