Tortell Poltrona llega al Price con 40 años de sus mejores "payasadas"

  • Concha Barrigós.

Concha Barrigós.

Madrid, 30 abr.- Tortell Poltrona, es decir, uno de los mejores payasos del mundo, abrirá desde hoy su "maleta" en el Teatro Circo Price para meterse en el bolsillo al público desplegando sus mejores números en 40 años de profesión y la conjunción de formas clásicas y modernas que son su "marca de la casa".

"Cada número se va tejiendo con el público. No tiene nada que ver con cómo fue cuando lo creé hace 40 años, 20 o dos días, porque su magia, los mecanismos que provocan la risa necesitan al espectador de cada momento y son ellos los que dibujan el grabado y lo hacen vigente", explica a Efe el artista, nacido como Jaume Mateu i Bullich (Barcelona, 1955).

Los números que se podrán ver en el Price hasta el domingo, con el título "Toca reírse", son los que han "creado poso" en su carrera, "lo mejor de lo mejor", aunque en alguno, precisa modesto, haya podido "equivocarse".

"Trabajo con los seres humanos, que, por cierto, tienen la manía de creerse muy modernos, de que lo saben todo y de que lo inventan todo, pero el sistema emotivo es y será el mismo siempre. Pero pertenecemos, es verdad, a una sociedad opulenta a la que le cuesta reaccionar ante un espectáculo sencillo", argumenta.

El humor de payaso, precisa, es "sencillo pero bueno": "El 'clown' es un personaje que siempre está al límite, en la frontera. Maquillado, con nariz y zapatos, se aproxima más al mundo de los títeres, de las máscaras, y hay mucho de teatral y a la vez de genuino, de inocente".

El artista, Premio Nacional de Circo 2013, es el fundador, junto con su pareja, Montse Trías, de la compañía Circ Cric y de Payasos sin Fronteras, una ONG creada durante la Guerra de Yugoslavia, el 16 de febrero de 1993, que ya tiene delegaciones en once países y que ha hecho 10.708 funciones en Croacia, Serbia, Sahara, Chiapas, Sierra Leona, Benín, Haití y Etiopía, entre muchas otros lugares.

"Convivo con los otros 'payasos', los que no salen en el circo, e intento no discriminarlos. Soy antisistema, no me gusta el que hay, y estoy convencido de que el mundo podría ir mucho mejor sin algunas de las cosas que hacen esos 'colegas' míos, pero he podido ver claramente que el ser humano es el peor enemigo que tiene el ser humano", lamenta.

Nunca tanta gente, recalca, ha tenido acceso "a tanta información, a saber leer y escribir. La cultura tiene que cambiar el mundo, porque, si no, lo haremos un poco más insostenible cada día, poniendo nombres comerciales a estaciones de metro", subraya.

No para, ni en España ni en ninguna parte, porque, bromea, "quien no se mueve, caduca" y aspira como payaso a hacer su trabajo "con la misma ilusión, a pesar de todas las contradicciones del mundo".

Mateu, profesor industrial en electrónica y mecánica y estudiante de Sociología y Economía política en el ICESB, debutó en los escenarios en 1974 como cantante cómico de la Gran Orquestra Veracruz y comenzó su carrera de payaso, con Claret Papiol, cuatro años después, formando la pareja Germans Poltrona.

Este renovador del circo, que entiende como una forma de arte "universalmente necesario", es además ideólogo y fundador del Festival de Payasas de Andorra, Forum de la Comicidad (2001).

Entre sus numerosos reconocimientos destaca el Premio Festival de Clowns de Viena, el Joanot de Teatre, la Medalla al Mérito Cultural Palestino, el Premio de la Crítica Teatral de Barcelona, el Premio Especial de Circo de la III Edición de los Premios Max y el Premio Nacional de Cultura 2005 de la Generalitat de Cataluña.

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