Tradicionalista y católico, así era el 'dueño' de la próxima plaza de Zerolo en Chueca

Político tradicionalista, filósofo católico y periodista. Así era Juan Vázquez de Mella (Cangas de Onís, 1861-1928) quien hasta ahora daba nombre a la plaza que homenageará al socialista Pedro Zerolo en pleno corazón de Chueca. Político por político. Aunque ambos dirigentes se encuentran en las antípodas ideológicas. Seguramente el asturiano se escandalizaría de las propuestas pro derechos de los homosexuales que promulgaba Zerolo, él prefería filosofar sobre religión e incluso esribió algún libro al respecto como ‘Filosofía de la Eucaristía’.Este miércoles se aprobó en el pleno del Ayuntamiento de Madrid el nuevo nombre que recibirá la explanada con los votos a favor de Ahora Madrid, Ciudadanos y Partido Socialista. El Partido Popular se posicionó en contra ya que, aunque se muestra a favor del homenaje al político socialista, se opone al cambio de denominación por el coste y problemas que genera a los ciudadanos. Además, en la nueva plaza se erigirá un monumento a Zerolo que conmemore su lucha por los derechos LGTBI.Fundador del Partido Católico Tradicionalista, Vázquez de Mella se autodefinía como germanófilo. Y fue precisamente su admiración por Alemania la que le llevo a crear su formación política tras un episodio en el que el carlista Jaime de Borbón escribió una carta en la que desautorizaba a todos los que hubieran mostrado sentimientos germanófilos entre sus filas. Fue entonces cuando decidó separarse de los carlistas y constituir este nuevo partido que años más tarde terminó por integrarse con la Comunión Tradicionalista tras los años de la dictadura de Primo de Rivera cuando la formación de Mella comenzó a perder fuelle político.El partido de Mella promulgaba entre otras cosas la dominación española del Estrecho de Gibraltar, la federación con Portugal o la únión con los estados hispanoamericanos. Además el ideario de corte conservador apostaba por la separación económica del Estado y la Iglesia.

Hasta en dos ocasiones tuvo la oportunidad el asturiano de sentarse en un sillón ministerial. La primera siendo aún joven en los ensayos unionistas de Cánovas del Castillo. Y la segunda al final de sus días en el gobierno de Maura. En ambos casos terminó por rechazar el ofrecimiento.

Aunque antes de comenzar con su vida como político, Mella trabajó como periodista, primero en el periódico tradicionalista ‘El Pensamiento Galáico’ de Santiago de Compostela y después en ‘El Correo Español’ en Madrid.

En 1925 Vázquez de Mella sufrió la amputación de una pierna y su salud comenzó a deteriorarse hasta que tres años más tarde falleció en Madrid el 26 de febrero de 1928, fecha que fue considerada jornada de duelo nacional.