Triunfan "El Fandi" y Manzanares, con tres orejas cada uno

Roquetas de Mar (Almería), 23 jul.- Los toreros David Fandila "El Fandi" y José María Manzanares cortaron tres orejas cada uno en el primer festejo de la feria de Santa Ana, celebrado hoy en la localidad almeriense de Roquetas de Mar.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Torrealta, bien presentados, justos de fuerzas y de juego desigual. Los mejores, segundo y sexto, este último premiado con la vuelta al ruedo.

Ruiz Manuel, silencio tras aviso y oreja.

David Fandila "El Fandi", dos orejas y oreja.

José María Manzanares, oreja y dos orejas tras aviso.

La plaza tuvo tres cuartos de entrada en tarde de calor.

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ESPECTÁCULO DE FANDI Y EMBRUJO DE MANZANARES

Ruiz Manuel estuvo voluntarioso con el que abrió plaza, toro que no acabó de emplearse en el último tercio, y al que instrumentó una faena de pases sueltos dentro de un conjunto al que le faltó mayor unidad, y, sobre todo, mayor acierto en la suerte suprema.

Con el quinto, el peor toro de la tarde, áspero al principio y aplomado al final, tampoco pudo redondear nada Ruiz Manuel, que se mostró muy decidido durante toda la faena, pero la nula condición del animal lo condicionó todo. Aún así paseó un apéndice.

"El Fandi" fue un torbellino en su primero, al que saludó con tres largas cambiadas en el tercio y posteriores verónicas de muy buen corte, y al que puso cuatro pares de banderillas, tercio que el tendido vivió con notable fervor.

Comenzó la faena de muleta de rodillas, y ya de pie, se sucedieron muletazos por los dos pitones muy jaleados por el público. Faena siempre a más, rematada de una buena estocada, que le valió las dos orejas.

"El Fandi" estoqueó el cuarto para poder salir antes de la plaza para poder llegar a tiempo al festejo nocturno de Atarfe. El granadino volvió a ofrecer su habitual espectáculo, pero esta vez paseó solo un apéndice.

Manzanares cuidó mucho a su primero, un animal abanto de salida y flojito en el último tercio, al que toreó con mucho temple parsimonia a media altura. Los mejores muletazos surgieron al natural. Falló a espadas, pero aún así paseó un trofeo.

Lo mejor vino al final, en el sexto, un toro noble y bueno al que Manzananes hilvanó una faena pletórica de principio a fin. Muy bien con el capote, sin embargo, lo bueno llegó en la muleta, con pases con una y otra mano con extraordinaria hondura y empaque. Pese al pinchazo previo a la estocada final, cortó las dos orejas.