Ullate llama a la sociedad para que "no olvide" a los disminuidos psíquicos

  • Valladolid.- El bailarín y coreógrafo Víctor Ullate hizo hoy un llamamiento a la sociedad para que no olvide a los disminuidos psíquicos, horas antes de estrenar en Valladolid con su ballet su último espectáculo, "Wonderland", con el que ha soltado el lastre de "sus miedos" en una apuesta de ruptura.

Ullate llama a la sociedad para que "no olvide" a los disminuidos psíquicos
Ullate llama a la sociedad para que "no olvide" a los disminuidos psíquicos

Valladolid.- El bailarín y coreógrafo Víctor Ullate hizo hoy un llamamiento a la sociedad para que no olvide a los disminuidos psíquicos, horas antes de estrenar en Valladolid con su ballet su último espectáculo, "Wonderland", con el que ha soltado el lastre de "sus miedos" en una apuesta de ruptura.

"No los olviden. Son unos seres especiales que tan sólo con un beso, un gesto o una palabra de amor se llenan de felicidad", ha manifestado Ullate, ex director del Ballet Nacional de España y que ha dedicado a su hermana, discapacitada psíquica, esta personal incursión por los meandros de la mente humana.

"Wonderland" hace referencia a ese "mundo maravilloso, mágico" que habitan esas personas y que el propio Ullate pudo pulsar a través de su hermana, a quien una meningitis infantil obligó a recluir un psiquiátrico donde él acudía con frecuencia a visitarla y que siempre le causó una sensación "muy dolorosa".

Deudo de María de Ávila, Antonio y Maurice Béjart, como él mismo ha precisado antes de reconocerse una persona privilegiada a quien la danza le ha entregado todo, Ullate (Zaragoza, 1947) se ha hecho eco de la especial ilusión que le ha procurado esta obra, pese a afrontar un asunto "muy delicado" como es el de la psiquiatría.

"Han sido dos años y ha supuesto todo un reto que me ha permitido romper con muchos miedos y también enfrentarme a otro lenguaje, a otro vocabulario de la danza", ya que los bailarines interpretan el papel de locos, y como tal se ven obligados a desenvolverse en este espectáculo que también dirige Eduardo Lao con la música de "un genio", como ha definido a Philip Glass.

Ni fácil, ni difícil ha resultado al coreógrafo enfrentarse a esta peculiar coreografía, aunque sí lo ha supuesto el hecho de afrontar el reto de la minusvalía psíquica por las connotaciones personales del caso.

Para superar ese desafío interno han tenido que transcurrir muchos años.

"Ha sido una necesidad para mí. No puedes precipitar las cosas. Llega el momento y lo haces en un momento de madurez artística. Mis miedos se fueron y ya no los tengo. Me considero una persona libre y no me importa lo que puedan decir de mí, cómo puedan verme", ha añadido.

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