Un suplemento de historietas a la semana para crecer más rápido

Los padres de hoy compran a sus hijos de cinco años álbumes de cromos de Barbie y Hello Kitty, cuentos de Disney y libros ilustrados. Los de ocho años ya están preparados para los cómics de superhéroes y los mangas, mientras que los más lectores se adentran en pequeñas novelitas que les ayudarán a hacer el tránsito entre lo infantil y la juventud.

Pero esos padres de hoy recuerdan con nostalgia el olor de los Don Mikis y la importancia de tener un suplemento propio en el periódico del domingo, como por ejemplo El Pequeño País de El País, Golfiño de La Voz de Galicia o Gente Menuda de ABC.

El humor, las tiras, las historias serializadas, las narraciones cortas... son formatos que pertenecen a un estilo de publicar historietas para niños que ya no se encuentran ni en los quioscos ni en las librerías, por eso el equipo de la web Libro de Notas ha dado a luz su Pequeño Libro de Notas, online desde el pasado 13 de febrero.

Libro de notas es un medio que recomienda artículos publicados en internet en español pero también genera interesantes piezas propias de temas culturales, científicos o sociales. A partir de esta experiencia surge la preocupación por los contenidos que se generan para los más pequeños, y por ello han creado el suplemento -por utilizar un nombre de papel- Pequeño Libro de Notas, dedicado al cómic, la ilustración y las micronarraciones.

"Cuando éramos pequeños y nuestros padres compraban el periódico del fin de semana, nosotros íbamos corriendo a las páginas centrales para buscar el suplemento infantil y juvenil, repleto de aventuras e historietas", escriben en su primer editorial.

Óscar Alarcia, director de Pequeño LdN, pretende con esta nueva web "entretener y hacer reír a los pequeños" y también "a los más mayores", ya que se busca un público mayor de 5 años pero sin limitaciones. Para ello quieren "contar con colaboradores especializados, que adapten al gusto infantil contenidos de divulgación, lo más diversificados posible, secciones donde puedan aprender disfrutando".

"Los niños se mueven por internet con mayor facilidad que los padres, nosotros ofrecemos contenidos tanto para adolescentes, expertos en la navegación, como para los más pequeños donde lo ideal sería que sean los padres quienes se sienten semanalmente con los pequeñajos, les lean los cuentos o les impriman las historietas", explica el director sobre el acceso de los menores a la página. Se trata de una web sin publicidad ni contenidos arriesgados para los niños.

En la web están buscando un hueco también para los menores de cinco años: "no queremos conformarnos con que les gusten los dibujos de algunas tiras, aunque pudiera ser que no las entiendan. Queremos centrarnos en ellos y ofrecer páginas para que los papás impriman, y los niños puedan colorear, jugar con ellas, pintarrajear, y se revuelquen por el suelo con ellas, que es lo que probablemente les guste, más que estar mirando la pantalla todo el día como los adultos".

Fieles al cuento

La navegación por el sitio es sencilla. La home ofrece unas miniaturas y, tras el clic, podemos ver la tira, la viñeta o la página. "Es innegable que partimos de un modelo un papel -analiza Óscar Alarcia- un formato clásico que amamos, y sencillamente lo hemos querido volcar en otro medio que no tiene barreras para alcanzar al público, con todas las ventajas que esto tiene".

Es una manera tradicional, y quizá nostálgica, de entender la web, pero también de favorecer la traslación de contenidos entre el html y la celulosa: "tenemos en mente respetar el formato de papel, que pudiera ser compilado y editado de manera tradicional. Y al mismo tiempo, tenemos la posibilidad de aprovechar las facilidades de este medio: ofrecer enlaces a páginas externas a un solo clic de distancia, enlazar videos, añadir música, nos planteamos incluso crear un podcast periódico... Pero al mismo tiempo respetamos el formato de los cuentos e historietas tradicionales, y no le seremos infieles".

Hace cuatro años el mercado editorial vivió la aparición (octubre de 2004) y el fracaso (diciembre de 2006) de una revista de venta en quioscos para público infantil y juvenil, Mister K, publicada por la editorial de El Jueves. "Está claro que la edición en papel y el salario de los colaboradores es un riesgo inmenso que en nuestro caso no vamos a correr", aclara el director de Pequeño LdN, "ya quetodo lo que nos hemos planteado es una plataforma gratuita y sin costes, para dar a conocer el trabajo de cada autor, llegar a más gente y ofrecer un espacio original para los pequeños. Supongo, además, que una revista para niños, que no tienen poder adquisitivo, debe ser adquirida por los padres, y algo se perdería en el camino en el caso de Mister K, entre el interés de los niños por la revista y su incapacidad de adquirirla".