Una argentina en Leipzig y un alemán en la Patagonia

  • Fráncfort (Alemania).- El escritor alemán Rayk Wieland estuvo tres semanas en Patagonia, la escritora argentina María Sonia Cristoff estuvo el mismo tiempo en Leipzig y hoy intercambiaron experiencias en un diálogo en la Feria del Libro de Fráncfort.

Fráncfort (Alemania).- El escritor alemán Rayk Wieland estuvo tres semanas en Patagonia, la escritora argentina María Sonia Cristoff estuvo el mismo tiempo en Leipzig y hoy intercambiaron experiencias en un diálogo en la Feria del Libro de Fráncfort.

Los viajes de Wieland y Cristoff son parte del llamado proyecto "Rayuela", organizado por el Instituto Goethe a propósito de la presentación de Argentina como invitado de honor en Fráncfort.

El nombre del proyecto no es casual. En "Rayuela", la novela emblemática del argentino Julio Cortázar, el personaje central, Horacio Oliveira, dice que en París todo le era Buenos Aires y viceversa.

Se trata, en parte, de encontrar lo propio en el reflejo de lo ajeno y así, por ejemplo, Wieland, en su experiencia patagónica, se encontró con muchas cosas que le recordaban a la desaparecida República Democrática Alemana (RDA), de donde es originario.

"Decidí escoger Patagonia por lo que me evocaba el nombre de la región fonéticamente, se trata de una palabra cargada de leyendas", dijo Wieland.

Además, ninguno de los otros cuatro escritores alemanes que participaron en el proyecto quería ir a Patagonia. "Después entendí por qué", comentó.

La mirada de Wieland sobre la Patagonia, según se revela en sus diarios, tiene un tono gris. Ciudades que parecen provisionales, calles y casas construidas esquemáticamente y largos recorridos sin encontrar a nadie.

Wieland se mostró además convencido de que en algunas casas sólo vivían perros que, dijo, en Argentina parecen formar una sociedad paralela. "A veces veía una casa en la que los perros se asomaban a la ventana a saludarme", dijo.

Su percepción de Patagonia le recordó a Wieland el tono gris que tenía también su mirada sobre la RDA. Además, dijo bromeando, en ambos países había una isla, o unas islas, a las que no se podía llegar. En la Patagonia eran las Malvinas y en la RDA era Berlín Occidental.

Cristoff, oriunda de la Patagonia y autora de un libro de reportajes sobre la región, dijo haber percibido en mucha gente en Leipzig algo de nostalgia no por la RDA sino de "un socialismo bien entendido" que nunca se vivió.

De allí, la escritora argentina trazó un puente hacia la Patagonia y recordó que durante mucho tiempo el estado argentino vio a la Patagonia como la tierra del futuro y la tierra de proyectos que siempre han quedado truncados.

En el diario de Cristoff hay fragmentos que dan fe de las dificultades que tuvo al comienzo para adaptarse a ciertas cosas, como el nudismo en el "yakuzzi" de su hotel o los desayunos alemanes que, según dice, incluyen suficientes alimentos como para las tres comidas diarias.

También tuvo dificultades con los trenes, cuya impuntualidad le rompió uno de los mitos que ella traía sobre Alemania. "Cuando ya me iba de Leipzig y llevaba todo mi equipaje encima una persona decidió suicidarse tirándose al tren ese mismo día y eso produjo otros retrasos", indicó.

Wieland, cuyas novelas tienen normalmente un tono picaresco, recordó que en la RDA y en la Patagonia la migración ha tenido importancia.

"En la Patagonia muchos querían inmigrar, de la RDA muchos querían emigrar", dice en su diario de Patagonia.

Los abuelos de Cristoff -búlgaros- estaban entre los inmigrantes de la Patagonia. Su padre, en el ámbito familiar, sólo oyó hablar búlgaro, dice la escritora en uno de sus textos. Con los vecinos aprendió galés jugando al fútbol y cuando a los tres años entró al colegio oyó que allí se hablaba un tercer idioma que nada tenía que ver con los dos que conocía.

Wieland nació en Leipzig, la ciudad que acogió a Sonia María Cristoff, pero estudió en Berlín y actualmente vive en Shangai.

Rodrigo Zuleta

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