Una biografía de Humphrey Bogart recuerda sus problemas con el alcohol y las mujeres

  • El escritor Stefan Kanfer desvela en la última biografía del actor la tenacidad profesional de la estrella de Hollywood, sus turbulentas relaciones con el sexo opuesto y su gusto por el alcohol. 
La última biografía de Bogart relata sus anécdotas con el alcohol y sus esposas
La última biografía de Bogart relata sus anécdotas con el alcohol y sus esposas
lainformacion.com
Julio Vallejo | aviondepapel.tv

 "Era uno de los mejores tipos que he conocido en mi vida. Iba directo al grano. Nada de quizá. Sí o no. Le gustaba beber. Bebía. Le gustaba navegar. Navegaba. Era un actor. Era feliz y estaba orgulloso de ser actor".  

La semblanza que la actriz Katherine Hepburn realizó de Humphrey Bogart resume perfectamente el carácter decidido y enérgico de una de las estrellas más grandes del Hollywood clásico. Esa es la conclusión llegamos después de leer Bogart, la última biografía publicada en España del protagonista de Casablanca. Estefan Kanfer nos dibuja a un actor que luchó denodadamente por progresar profesionalmente en el Hollywood del sistema de estudios, aunque no olvida repasar los cuatro matrimonios del intérprete y su gusto por la bebida. 

Hijo de un médico y una ilustradora feminista, Bogart creció en una familia acomodada de Nueva York. El futuro actor no fue precisamente un hijo modelo pese a vivir en un entorno privilegiado. Mal estudiante y un tanto gamberro, se enroló en la Marina, donde tampoco permaneció demasiado tiempo. Después de varios trabajos poco reseñables, Bogart comenzó su carrera en el mundo del espectáculo gracias al padre de un amigo. Probó suerte como director de películas y guionista; pero el joven no acabó de encajar en ambas disciplinas. 

Al final, terminó ejerciendo de jefe de escena en una compañía teatral. Fue el paso previo antes de convertirse en actor. La escena le permitió dar el salto al cine. Bajo contrato con Warner, el intérprete fue víctima del sistema de estudios que imperaba en el Hollywood clásico. Así, junto a títulos tan interesantes como El bosque petrificado o El último refugio, Bogart tuvo que aceptar otras obras que aportaron bien poco a su carrera. 

El público empezó a conocerle por sus papeles de gánster, aunque no alcanzó el estrellato hasta el estreno de El halcón maltés, cuando ya sumaba 42 años. Poco después, llegaría el clamoroso éxito de Casablanca, con el que el intérprete se convertiría en una de los grandes mitos del cine. No obstante, eso no impidió que el actor siguiera participando en algunas películas de poca calidad que tuvo que hacer por imposiciones del contrato que mantenía con Warner.  

Sería entonces cuando se recrudecerían sus tiras y aflojas con el responsable de la compañía, Jack Warner, un hombre poco dispuesto a que el intérprete se saliera con la suya. Ese deseo de libertad también le llevaría a crear Santana, una productora de cine bautizada con el nombre de la embarcación en la que pasaba gran parte de su tiempo libre. 

La bebida sería su fiel compañera de Bogart durante gran parte de su vida. Según comenta Kafner en su biografía del actor. Para muestra, un botón. Mayo Method, la tercera mujer de la estrella, se encargaba de llevar cada día un termo de Martinis helados al set de la película Sahara. Al parecer, el protagonista de El sueño eterno no se encontraba a gusto si no se tomaba su ración de alcohol diaria. 

Igualmente curiosa es, en este aspecto, la anécdota que se cuenta sobre el rodaje de La reina de África. El filme fue filmado en pleno continente africano y gran parte del equipo, incluida la protagonista femenina, Katherine Hepburn, no se libró de caer enfermo. Sólo John Huston, director de la película, y Bogart consiguieron eludir los terribles trastornos intestinales. La razón fue muy simple: únicamente bebieron el alcohol durante gran parte del rodaje y nunca probaron el agua que bebía el resto de los implicados en el filme.  

Las jaranas regadas de bebidas espiritosas también fueron también los protagonistas del mayor escándalo público de Bogart. Después de una noche de copas, el actor se vio envuelto en una pelea donde estuvieron involucrados el actor, unas mujeres jóvenes, sus acompañantes… y unos osos de peluche. Los periódicos sensacionalistas hicieron su agosto con la noticia y el actor tuvo que sentarse ante los tribunales por una demanda interpuesta contra él.  

Otra pasión de Bogart fueron las féminas, como se encarga de relatarnos Kanfer. El actor enloquecía a las mujeres desde mucho antes de convertirse en estrella. Sin embargo, solo se casó con aquellas que de una u otra manera estaban relacionadas con su trabajo como intérprete. Todas eran actrices. 

Las cuestiones profesionales fueron la principal razón por la que el actor terminó su relación con sus dos primeras esposas, Helen Menken y Mary Philips. Tanto Bogart como las dos intérpretes prefirieron dar prioridad a unas carreras artísticas que comenzaban a despegar antes que ocuparse de su matrimonio. Con Mayo Method, su tercera esposa, todo resultó más complicado. Los momentos de pasión de la pareja se mezclaban con tremendas peleas donde el alcohol tenía mucho que ver Bogart terminó bastante harto de este eterno tira y afloja. 

No obstante, la mujer de su vida llegaría su cuarta esposa, la actriz Lauren Bacall. Ella tenía sólo 19 años cuando se conoció al actor en el rodaje de Tener y no tener. Él ya había cumplido 45. Su relación daría como fruto cuatro películas míticas, una versión televisiva de El bosque petrificado y dos hijos. 

Sin embargo, pese a la buena relación entre ambos, el matrimonio estuvo salpicado de infidelidades y coqueteos con terceras personas. Bacall flirteó con el político demócrata Adlai Stevenson y el compositor Elmer Bernstein. Algunos incluso aseguran que la actriz fue infiel a Bogart con el cantante y actor Frank Sinatra, amigo de ambos. Por su parte, el protagonista de Cayo Largo mantuvo una relación extramatrimonial con Verita Thompson, su peluquera personal.

Como se puede apreciar, la vida de Bogart fue una verdadera película tan interesante o más que la lista de clásicos del séptimo arte que dejó para la posteridad.

Mostrar comentarios