Unesco defiende la diversidad cultural como motor del cambio y la creatividad

  • La diversidad cultural es una pieza clave que define el proceso creativo y el cambio señalaron hoy expertos de la Unesco reunidos en el tercer Foro mundial de cultura e industrias culturales.

Carmen Rodríguez

Florencia (Italia), 3 oct.- La diversidad cultural es una pieza clave que define el proceso creativo y el cambio señalaron hoy expertos de la Unesco reunidos en el tercer Foro mundial de cultura e industrias culturales.

Pero para que la creatividad surja no solo es necesaria la diversidad, sino también un espacio donde surgir, especialmente en las ciudades, que son esenciales para el desarrollo sostenible y que deben dar a la cultura un papel primordial.

El asesor especial de la Unesco Franceso Bandarín puso el acento en la creatividad como un proceso que no se da "en el vacío", sino en un espacio urbano o semiurbano que "suele tener unas características especiales".

De ahí la importancia de vincular la gestión urbana, su regeneración y panificación con las inversiones que pueden hacerse a nivel público y privado para el surgimiento de una industria creativa específica, señaló el experto.

Tampoco se olvidó de la zonas rurales que están sufriendo un importante proceso migratorio, el cual puede poner en peligro el valor intangible que representan para el inicio del proceso creativo.

La titular de la secretaria paraguaya de Cultura, Mabel Causarano, hiló su intervención a la importancia de la diversidad cultural y de la cultura como elemento transversal que "abraza todos los sectores y articulaciones de la sociedad".

La ciudad, explicó, es el "espacio más representativo" de la diversidad cultural, en la cual se expresa con intensidad la creatividad y los procesos sociales y económicos ligados a esta.

Sin embargo, la globalización económica, financiera y del consumo "no tiene en cuenta" el material positivo que aporta la diversidad cultural.

Por ello, pensar en la cultura como un factor clave del desarrollo lleva a cuestionarse el enfoque que la considera como "un simple fenómeno, como un adorno ilustrado o como una mercancía de alto valor añadido", es decir, su pone un "cambio de paradigma".

Sin embargo, advirtió ante el peligro de que la recuperación de la dimensión cultural en el desarrollo no sea solo "un barniz que esconda la misma concepción, tal y como ya se hizo con dimensión medioambiental".

En cuanto al valor de las ciudades, la vicealcaldesa de Lisboa, Catarina Vaz Pinto, señaló que son "esenciales para el desarrollo sostenible" y que no pueden concebir ciudades sostenibles en las que la cultura, entendida como un factor dinámico, "no tenga un papel clave".

La diversidad cultural es fundamental en Santa Fe (Nuevo México, EE.UU.) considerada por la Unesco ciudad creativa desde 2005, como recordó su alcalde, Peter Ives, quien aseguró que "la cultura es y siempre ha sido el corazón" de la localidad.

El alcalde repasó la historia de esta ciudad, desde los primeros asentamientos nativos, hasta la presencia española y su posterior paso a Estados Unidos, en 1848, y como ha sabido integrar en la actualidad todas esas tradiciones en manifestaciones tan diversas como el baile o la gastronomía.

Pero este conocimiento y respeto por la cultura de la ciudad se une a la aceptación e inclusión de nuevas comunidades que crecen en su interior, entre las que citó la mexicana y la japonesa.

Ives habló así de la existencia de una "metacultura" que es "la cultura de la inclusión, del abrazo de las diversas comunidades" y que sirve para "combatir la xenofobia y la falta de respeto".

La ministra de Cultura de la República Macedonia, Elizabeta Kanceska-Milevska, habló del valor del diálogo entre culturas, religiones y civilizaciones para hacer frente a los momentos de crisis.

La ministra destacó que el desarrollo sostenible de que se habla estos día en Florencia no es "solo unidimensional" sino que debe tener en cuenta el respeto del individuo, de los grupos étnicos y sus derechos. "El pluralismo debe integrarse en la cultura porque es fundamental para la interacción social".

Y junto al pluralismo, señaló, el "respeto recíproco" como valor fundamental de la cultura "para crear un mundo que podamos legar a las próximas generaciones".

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