Zaragoza, 26 mar.- Manuscritos, incunables y documentos impresos de los siglos XVI al XVIII figuran en la muestra inaugurada en la Universidad de Zaragoza, que ha reabierto hoy uno de sus espacios tras su cierre hace casi seis años para someterse a obras.
En la exposición "Un espacio para el libro: el patrimonio bibliográfico de la Universidad de Zaragoza", se pueden ver 46 documentos, entre ellos un manuscrito medieval descubierto recientemente, seis incunables y 34 impresos de los siglos XVI al XVIII, que nunca habían sido expuestos al público.
El director de la Biblioteca, Ramón Abad, ha sido el encargado de presentar la muestra que está instalada en la antigua sala de lectura de la Biblioteca general, en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza, donde se podrá visitar hasta el 30 de junio.
La idea es que este lugar se convierta en un espacio expositivo permanente en el que mostrar al público el fondo patrimonial de la institución, que dispone de una de las mejores colecciones históricas de España, y la primera de Aragón, por la calidad y cantidad de sus obras, con más de 40.000 volúmenes, entre ellos 416 manuscritos y 406 incunables.
El documento más antiguo que se expone data del año 1300, un texto de escritura gótica cursiva, en lengua romance, que fue encontrado por el propio Abad el pasado verano durante el traslado y cuando repasaba una serie de carpetas de correspondencia, entre ellas una que había sido legada por un prestigioso filólogo e historiador de la literatura Francisco Yndurain, fallecido en 1972.
En dicha carpeta, el director de la Biblioteca se quedó "asombrado" al encontrar un pergamino medieval, que posteriormente fue estudiado por el Departamento de Historia Medieval, ha relatado.
El manuscrito se refiere a un pleito de un comerciante de Estella (Navarra) en el que se quejaba de que cuando iba a la localidad navarra de Sangüesa le cobraban por cada caballería que llevaba.
Otros documentos curiosos que se pueden ver en la exposición son uno referente a la "monja alférez", de 1770, una "joya" ya que sólo existen dos fuentes bibliográficas para consultar esa historia, ha agregado Abad.
Además figura un incunable con miniaturas de la "Divina Comedia", de Dante Alighieri, impreso en Venecia en 1491, un tratado de equitación con grabados de María Eugenia de Beer, una de las pocas mujeres que firmaron sus creaciones, que fue imprimido en Madrid en 1643, y un libro con un frontispicio grabado por Rubens, editado en Amberes en 1637.
El texto más reciente que se exhibe es una edición sobre la Duquesa de Villahermosa de finales del XIX, impreso en Aragón.
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