Unos 3.000 barceloneses ya han imaginado cómo será la ciudad en el año 2159

Barcelona.- Cuando llegue el año 2159, habrá en Barcelona quien tenga el mandato de abrir una cápsula del tiempo, que ya contiene unos 3.000 mensajes, sobre cómo imaginan la ciudad de ese momento sus actuales habitantes, de la misma manera que lo hizo el ingeniero Ildefonso Cerdà con el Ensanche en 1859.

Con motivo del denominado "Año Cerdà", cuando se cumplen 150 años de su aprobación, se ha fabricado una cápsula del tiempo, que se sellará en el mes de junio, con mensajes dejados por los ciudadanos, información generada por el evento e incluso copias de la documentación original del erudito del año 1859, según han explicado fuentes de la organización.

En una entrevista con Efe, el científico Javier Peña, coordinador del comité de expertos para el diseño de este artefacto, ha explicado que ya se ha iniciado el proceso de su construcción, con unos "engranajes y piel externa" de acero y una urna de vidrio en su interior llena de nitrógeno para impedir la degradación de los materiales que allí se depositen.

"Confiamos -ha aseverado- en que toda la información que dejemos en la cápsula pueda leerse sin problemas dentro de 150 años, especialmente porque hemos incidido en evitar que la humedad genere degradación".

Preguntado sobre si se trata de una experiencia nueva en la capital catalana, Peña indica que sí, aunque en el mundo haya unas 10.000 y aunque se tenga desconocimiento de la mayoría de ellas.

Algunas de las más conocidas han sido realizadas con motivo de diferentes exposiciones universales como la de la "Japan World Exposition", de 1970, que estará cerrada hasta dentro de 5.000 años.

Peña comenta que en el caso de la cápsula barcelonesa, el equipo de expertos, con la colaboración de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), estaba integrado por ingenieros, diseñadores, historiadores y antropólogos.

Aunque en un principio se había estudiado la posibilidad de enterrar la cápsula, al final se ha acordado que permanezca durante todos estos años a la vista, con unos "guardianes", y un pequeño libro de instrucciones que deberá seguirse punto por punto en 2159.

Javier Peña valora "muy positivamente" todo el proceso de investigación y debate desde octubre de 2009 y mantiene que se ha tratado de un trabajo "gratificante, pluridisciplinar y muy interesante".

Entre los mensajes depositados, la organización ha dado a conocer que, por ejemplo, el arquitecto Juli Capella visualiza una ciudad en la que "la Rambla será navegable y gran parte de las calles del Raval se podrán recorrer en canoa", mientras que la escritora Lolita Bosch espera que la gente "no pase miedo".

Otros, de personas sin tanta proyección pública, como el de Claudia Collado señalan que dentro de 150 años "los juegos del Barça serán proyectados en el cielo de Barcelona", y el de Dan incide en que en ese momento "seguramente la moda será el teletransporting, un medio de transporte limpio, fácil y muy rápido".

Además, diferentes creadores del ámbito audiovisual han creado varias piezas en las que la imagen de cómo será la ciudad en el futuro es la protagonista.

Fuentes de la organización, por otra parte, recuerdan que los que sean más aficionados a la palabra escrita sobre papel pueden enviar sus mensajes al apartado de correos número 2159 de Barcelona y también se colocarán en la cápsula.

El Plan Cerdà, aprobado el 7 de junio de 1859, y reconocido internacionalmente, provocó que el urbanista, político, arquitecto y también economista Ildefonso Cerdà imaginara como circularían los vehículos por las calles, cincuenta años antes de que se diseñara el primer automóvil.