Urmana desafía la "gripe" y la gravedad vocal con una espléndida "Norma"

  • Madrid.- El estreno de "Norma" esta noche en el Real ha comenzado con el aviso por megafonía de que la soprano Violeta Urmana sufría "un proceso gripal" pero que, a pesar de ello, cantaría. "Pues menos mal que estaba mala", se ha oído en medio de la ovación con la que el público ha reconocido su estratosférica voz.

Urmana desafía la "gripe" y la gravedad vocal con una espléndida "Norma"
Urmana desafía la "gripe" y la gravedad vocal con una espléndida "Norma"

Madrid.- El estreno de "Norma" esta noche en el Real ha comenzado con el aviso por megafonía de que la soprano Violeta Urmana sufría "un proceso gripal" pero que, a pesar de ello, cantaría. "Pues menos mal que estaba mala", se ha oído en medio de la ovación con la que el público ha reconocido su estratosférica voz.

Y la lituana no ha sido la única premiada con aplausos y gritos de "brava" enfervorecidos en esta primera representación de las tres que el Real ha programado de la "Norma" de Bellini en versión concierto: la mezzosoprano italiana Sonia Ganassi ha deslumbrado en su papel de Adalgisa.

Urmana (1961) ha salido en el primer acto vestida con una teatral capa y vestido con corpiño escotado de lentejuelas en color rojo vivo, y, sin dar muestras aparentes de enfermedad, ha acometido su papel de Norma sin titubeos y desafiando la gravedad vocal.

Cuando ha llegado la famosísima "Casta diva", su invocación a los dioses ha tenido la trascendencia requerida y la dosis de introspección que Bellini le imprimió, con tanto acierto que el director, el italiano Massimo Zanetti, ha tenido que hacer un gesto al público para que retuviera los aplausos y permitiera a la orquesta concluir los acordes del pasaje.

El único síntoma de "gripe" que ha revelado Urmana en toda la noche ha sido el gesto que ha hecho a continuación tocándose la garganta como disculpándose por no haber estado aún más sublime.

En el segundo acto, Urmana se ha cambiado de traje, un vestido negro bordado con cristales, para afrontar las duras escenas del intento de infanticidio, su desesperada locura y el avance sin remedio hacia el trágico final.

El dúo con Ganassi, en el que mientras se juraban amistad más allá de la muerte pulverizaban las notas más altas, ha sido espléndido y se han vuelto a oír los "bravos".

Al concluir, con el público puesto en pie, el bajo italiano Carlo Colombara (Oroveso) y el coreano Franceso Hong (Pollione) han escuchado una fuerte ovación pero el delirio ha sido con Ganassi y Urmana.

Massimo Zanetti, al frente de la Orquesta titular del Real, y Peter Burian, director del coro Intermezzo, que hace las funciones de coro titular del Real desde que concluyó el año pasado el contrato con el anterior, han sido también muy aplaudidos.

Entre las sopranos del coro ha estado esta noche Sonsoles Espinosa, esposa del presidente del Gobierno, que ha sido convocada como "refuerzo" para las tres funciones de esta obra, que no se representaba en Madrid, a excepción de galas veraniegas, desde 1978, con Montserrat Caballé como Norma.

Es la segunda vez -la primera fue en 2001- que Espinosa, situada en la última fila de la formación, canta en una función de ópera en el Teatro Real.

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