Vanguardia y tradición se dan la mano en el Titirilandia segoviano

  • Espectáculos íntimos, unipersonales, pero sin renunciar a la calle, y referencias especiales a la vanguardia, de la mano de grupos franceses y catalanes, marcan este año el Festival Internacional de Títeres de Segovia, que arranca hoy con 34 compañías de 12 países.

Aurelio Martín

Segovia, 10 may.- Espectáculos íntimos, unipersonales, pero sin renunciar a la calle, y referencias especiales a la vanguardia, de la mano de grupos franceses y catalanes, marcan este año el Festival Internacional de Títeres de Segovia, que arranca hoy con 34 compañías de 12 países.

Con una previsión de 251 espectáculos, muchos de ellos en calles, plazas y rincones de esta ciudad histórica, las compañías serán pequeñas, debido a la crisis, pero eso no merma la calidad en un ambiente donde va a predominar la fusión del teatro de títeres con otras artes, como música y danza y las artes visuales.

Esto lo avanza Julio Michel, director de "Titirimundi", quien anuncia, en una entrevista con EFE, una "invasión pacífica, transgresora y festiva" de titiriteros que tomarán Segovia, hasta el próximo día 15.

Hugo e Inés aportarán un estreno absoluto, con la segunda parte de "Cuentos pequeños", a base de figuras hechas con el cuerpo, a la vez que La Pendue, mostrará la evolución del género de Polichinelle o Cinemateatro, de Chile, abrirá sesión inaugural, esta noche.

Pero el festival también hace pedagogía marionetística y recurre a los clásicos, para que la visión panorámica del teatro de títeres en la actualidad sea más completa, mantiene Michel a la vez que lanza el nombre Rod Burnett, del Reino Unido, o Salvatore Gatto, de Italia, grandes maestros del títere de guante.

Grupos de Alemania, Bélgica, Bosnia, Burkina Faso, Canadá, Chile, Eslovenia, España, Francia, Italia, Perú y Reino Unido conforman este año "Titirimundi", que promueve el teatro de títeres como una forma artística exigente.

Es la convivencia perfecta entre las formas tradicionales y populares con las vanguardias artísticas contemporáneas y, si alguien llega por primera vez, descubrirá, asombrado, la extraordinaria riqueza y variedad que configuran el teatro de títeres actualmente.

Michel lo tiene claro: la naturaleza de esta actividad artística "está en las antípodas de los pobres y distorsionados clichés que tiene mucha gente".

Y es que, como reconoce el director de esta actividad que cumple 27 años, el teatro de títeres ha experimentado en el último cuarto de siglo una transformación tan profunda que, debido su extensa variedad y eclecticismo técnico, hay que denominarlo teatro de animación, para definirlo con cierta propiedad.

Muchos niños, por la mañana, y el público de la calle han sido los primeros espectadores de esta cita anual donde triunfan las utopías, aunque su celebración ha estado rodeada de incertidumbre, hasta que se ha logrado reunir un presupuesto próximo a los 300.000 euros.

Así, Títeres Cachirulo se han encargado de iniciar a los escolares más pequeños en la música de Mozart y Pepe Luna lleva al espectador a los tiempos de la Comedia del Arte, cuando los cómicos decidieron, con su arte improvisado, invadir las plazas y calles del mundo.

El planeta de los titiriteros se llama Segovia, estos días, con gentes de espectáculo en espectáculo, mientras suenan los ritmos africanos que acompañan a las marionetas de Boromo, de Burkina Faso, unos animales desmesurados que persiguen a la gente hasta conducirles a la vorágine de la fiesta.

Y, entretanto, pasen y vean, al entorno de la que fuera casa- pensión del poeta Antonio Machado ha llegado el Circo de las Pulgas, donde el veterano Dominique Kerignard mezcla el humor y la manipulación de objetos al más puro estilo de las antiguas barracas de feria.- EFE

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