Viitalia, protagonista de "Bad Family" asegura qeu tuvieron que aprender a ser malos

Valencia.- La actriz finlandesa Pihla Viitala, protagonista de "Bad Family", película que participa en la Sección Oficial de Largometrajes del XXV Festival Internacional de Cine Cinema Jove de Valencia, ha asegurado hoy que los actores tuvieron que trabajar durante tres meses para "dejar salir toda la maldad".

La intérprete ha presentado hoy en una rueda de prensa su último trabajo, una tragicomedia sobre un padre sobreprotector en la que se tratan las expectativas concretas que tienen los padres sobre sus hijos: "siempre esperan que no cometan sus mismos errores, quieren que sean mejores personas y que no se equivoquen en la vida", ha explicado la actriz.

Viitala asegura que de ella se esperaba que fuera una gran violinista, pero le faltaba "disciplina", así que su madre le dijo que probara suerte con el teatro.

La joven intérprete, seleccionada en la última edición de Shooting Stars, que elige a un grupo de actores emergentes antes de la Berlinale para darlos a conocer a realizadores y directores de casting europeos, se siente "muy afortunada, a salvo y protegida con las credenciales que implica haber formado parte de este programa".

Respecto al director del filme, Aleksi Salmenperä, Viitala ha explicado que en sus películas siempre afronta tabúes como la prostitución masculina, el sexo de los discapacitados o, en esta ocasión, el incesto.

Según un comunicado de la organización de Cinema Jove, Salmenperä, que fue premiado con la Luna de Valencia en 2007 por "A Man's Job", está considerado actualmente un distintivo del cine finlandés.

Sus anteriores películas fueron seleccionadas para representar al país nórdico en los Óscar y "su particular forma de concebir el séptimo arte" le valió la nominación al Mejor Director Finlandés en 2007.

En "Bad Family", el realizador nórdico, apadrinado por el productor Aki Kaurismäki, despliega "una puesta en escena estilizada, con profusión de primeros planos y un tempo que concuerda con el estado de ánimo de unos personajes que en su hieratismo remiten al cine del autor de 'La chica de la caja de cerillas'".

Salmpenperä, que es también el autor del guión, ha señalado que uno de los motivos que le llevó a desarrollar esta historia es el conflicto que le supone, como padre de un niño de 11 años, sentir que en su intento por educarlo pueda llegar a convertirse en un ser manipulador.