Warhol visita los Andes colombianos

  • Un pueblo de la cordillera andina en Colombia está acaparando la visita de curiosos e incrédulos que se sorprenden al descubrir una pequeña exposición de serigrafías de Marilyn Monroe o Mao Tse-Tung realizadas por el Andy Warhol en medio las montañas, lejos de los grandes museos y galerías de arte.
Andy Warhol
Andy Warhol
lainformacion.com
John Otis | GlobalPost

(Jericó, Colombia). Con escuelas que se vienen abajo y escasos museos, la zona rural de Colombia es más bien un paraje bastante inhóspito en lo que a cultura se refiere. Así que, ¿cómo ha llegado Andy Warhol aquí?

Trece de las últimas serigrafías del artista se exhiben estos días en Jericó, una comunidad de 12.000 personas situada en la cordillera de los Andes, a tres horas en coche desde Medellín.Es un largo camino, sin duda, desde La Fábrica neoyorquina.Las icónicas imágenes de Marilyn Monroe y de Mao Tse Tung se pueden ver en el Museo Arqueológico de Jericó, expuestas al lado de una muestra de nacimientos.

El guardia de seguridad hace también las veces de guía. Campesinos quemados por el sol y con sombreros entornan los ojos frente al retrato de Mao, el líder chino a quien Warhol inmortalizó en naranja chillón y rosa.

"Si lo único que ofreces a la gente es alcohol, billares y música a todo trapo, eso es a lo que la gente se agarra", asegura Carlos Giraldo, el alcalde de la ciudad. "Pero si promocionas el arte, el arte florecerá".

Giraldo soñaba con esa idea mientras estudiaba en Alemania, durante la década de 1990. Recuerda cómo tesoros de la dinastía de los Romanov de Rusia fueron cedidos en préstamo al museo de una pequeña ciudad alemana y los amantes del arte de toda Europa acudieron allí en peregrinación.Giraldo quería hacer algo similar para atraer turismo cultural a su ciudad.

Los trabajos de Warhol ya estaban en Bogotá, como parte de una exhibición itinerante, así que Giraldo y otros líderes convencieron al comisario de la exposición para que les prestase 13 serigrafías de Mao y Marilyn durante unos cuantos meses.

Tal y como se había previsto, la muestra en Jericó ha atraído a multitudes. Durante una tarde reciente, una delegación de autoridades se daba una vuelta por el museo, seguida de cerca por una pandilla de estudiantes.

En cierto modo, ver a Andy en los Andes tiene toda la lógica. Al fin y al cabo, Warhol fue el padre fundador del pop art, el movimiento que desafió a las élites culturales impulsando el planteamiento de que los productos de consumo -como los tebeos, las latas de sopa Campbell y las botellas de Coca Cola- pueden ser objetos legítimos de piezas de arte.

Su trabajo con los objetos mundanos y los retratos alegres también fueron formas de hacer que los poderosos pareciesen más accesibles. O, en palabas del propio Warhol: "El presidente bebe Coca Cola, Liz Taylor bebe Coca Cola y, piénsalo, tú también puedes beber Coca Cola".Y eso parece funcionar entre la gente de las zonas rurales de Colombia.

"Es increíble ver a Mao en esos colores tan chillones", dice Matilda Giraldo, una maestra de Jericó, mientras observa las obras junto a 20 de sus estudiantes. "Empiezo a entender lo que quería hacer Warhol".

Los directores del museo de Jericó también han querido homenajear al famoso paquete de jabón Brillo y la caja de cereales Kelloggs de Warhol colocando en medio de la exposición una pila de cajas de material informático y de detergente. Pero en este caso el resultado parece más bien un simple montón de basura.

La ciudad de Jericó cobró vida hacia 1850, y sus padres fundadores fueron muy pejigueros. No permitían que viviesen allí mineros, vaqueros o granjeros zafios, a no ser que demostrasen ser personas decentes y temerosas de Dios.

Jericó tiene conventos y escuelas construidos por los misioneros, y cuatro museos (hay otros tres en proceso de construcción). Otros lugares de interés son su biblioteca, el centro cultural, el jardín botánico y el teleférico.

El Ayuntamiento ofrece además clases de dibujo, música y pintura a la gente que vive en el campo.Al principio el alcalde Giraldo temía que nadie iba a creer que los Warhol originales estaban expuestos en su ciudad, y que no irían a verlos. Pero estaba equivocado.

"La exposición ha generado curiosidad y confusión", dice. "La gente empezó a buscar a Andy Warhol en las enciclopedias y a preguntar a sus amigos".La atención de los medios locales, nacionales e internacionales también ha logrado despertar el interés de los visitantes . Parece que Warhol le ha dado a Jericó sus minutos de fama.

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