El Ministerio de Defensa ha convocado al embajador, Abrar Hussain, para protestar por los "disparos indiscriminados", reclamando que se les ponga fin, según ha informado la agencia afgana de noticias Jaama Press.
El 'número dos' del Estado Mayor, Murad Alí Murad, ha reclamado a Hussain que traslade a Islamabad la petición de que reabra los puestos fronterizos que ha cerrado durante sus operaciones en la zona.
El Gobierno de Afganistán advirtió el 19 de febrero de que usará su "poder" si Pakistán no pone fin a los ataques con proyectiles contra su territorio, expresando su deseo de que la relación entre los dos países "vuelva a la normalidad".
La tensión entre ambos vecinos ha ido en aumento tras el atentado suicida contra el templo sufí del poeta Lal Shahbaz Qalandar, en el sur de Pakistán, que se saldó con más de 80 muertos.
El atentado, uno de los más sangrientos de la historia reciente de Pakistán, fue perpetrado por un terrorista suicida del grupo yihadista Estado Islámico que entró en el interior del mausoleo con su rostro cubierto por un burka.
El Ejército de Pakistán lanzó la semana pasada una operación antiterrorista a nivel nacional, después de la oleada de atentados que ha sufrido el país en las últimas semanas.
El portavoz del Ejército paquistaní, Asif Ghafur, detalló que la 'Operación Radd-ul-Fasaad' (Operación Eliminación de la Discordia) tiene como objetivo eliminar "la amenaza latente del terrorismo".
Afganistán ha protestado porque las operaciones antiterroristas de Pakistán han implicado el impacto de numerosos proyectiles en su territorio, lo que ha provocado el desplazamiento de centenares de civiles.
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